Tenía que llegar… y llegó. Llegó el esperado “cero absoluto”. Un cero mayúsculo para un mayúsculo caradura que ha de terminar muy mal. Aunque el gran embustero dice que España va como una moto, la triste realidad es que no va ni en bicicleta.
Por lo pronto, este 28 de abril de 2025, dejó 116 trenes, parados, dentro de la nada. Millones de personas sin rumbo, en plena obscuridad y sin ninguna información; las gasolineras sin poder servir combustible, aunque tuvieran llenos los depósitos; los teléfonos fijos y móviles emprendieron una huelga indefinida. Los hospitales y residencias quedaban en una situación de desamparo increíble. Pero él, el sabio, el izquierdista, el hermano de David y jefe de veintidós criaturitas obedientes, no dijeron ni mu. Hoy sí. Hoy empieza con los mandobles. Sobre todo, contra el sector privado. No sabe qué, ni quién, ni cómo ha sido, pero está seguro de que hay que preparar el bulo correspondiente. Y procurar salir airoso de este monstruoso apagón, culpando al mundo. Pero esta vez no; este apagón va a ser la piedra de toque. El principio del fin. ¡Al tiempo!
|