| ||||||||||||||||||||||
Evidentemente, elegir lo que está bien desde la perspectiva de la conducta es lo exigible a cualquier ciudadano. Me refiero a que es obligatorio respetar y cumplir lo que dicen las leyes vigentes, en beneficio de todos. Los comportamientos individuales son responsabilidad de cada persona. La maldad humana, la crueldad, la violencia, la discriminación, la marginación, el odio y el egoísmo excesivo se observan en las sociedades de todos los países.
La reciente decisión judicial que ha supuesto la anulación de las Zonas de Bajas Emisiones en Madrid Central y Plaza Elíptica, reabre el debate sobre la mejor manera de combatir la contaminación en las ciudades. Si bien es cierto que la medida cuenta con un amplio apoyo ciudadano, ya que un 77% de los madrileños se muestran a favor de esta medida, un 24% de los ciudadanos que se muestran a favor, condicionan su apoyo a que esta no afecte a su movilidad personal.
Desde la ingenuidad consciente de sí misma, queremos aportar algunas ideas troncales de carácter muy general que bien pudieran servir de base no dogmática para futuras discusiones de un programa común de izquierdas a escala mundial.
La seguridad ciudadana es uno de los temas candentes de nuestra política y de nuestra sociedad de hoy. La seguridad ciudadana es un concepto donde entra en juego la objetividad, la realidad, y lo más importante: la percepción ciudadana. La verdad es que la seguridad ciudadana está en horas bajas desde hace tiempo: la delincuencia está instalada en la sociedad española, y quien no lo quiera ver es porque está ciego.
Es la segunda vez que suena la campanilla por vía electoral, para que sirva de llamada de atención también a los más altos mandatarios, es decir, a los situados por encima de la UE. En este caso, utilizando un símil conocido, resulta no ser la autoridad tradicional la que llama al orden en la sala, sino esos otros a los que la elites tradicionales califican, en privado, de populacho y de ciudadanos, en público, entiéndase, los votantes, a los que no se les reconoce su autoridad.
Nos encontramos en tiempos políticos difíciles. Los dirigentes de nuestro país no saben –o no se atreven- a poner remedio a una complicada situación. Una encrucijada de reclamaciones por parte de las diversas regiones españolas, unida a una ruptura interior de los partidos que hace tambalearse sus cimientos.
Mucho se está comentando en los últimos tiempos sobre el excesivo movimiento epistolar (¡es que son dos cartas, dicen!) del analfabeto que habita en la Moncloa. Pues fíjese amigo lector, a mí me parecen pocas; claro que yo nací en 1935 y entonces era moneda tan corriente escribir que se hacía sin faltas de ortografía y con una sintaxis exquisita, extremos de los que adolecen las cartas de este romeo de pacotilla, escritas los días 25 de abril y 4 de junio.
Recuerdo con nostalgia la época en la que uno terminaba sus estudios universitarios y metía de lleno la cabeza en el mundo laboral. Ya no había marchas atrás. Se terminaron para siempre esos años de universitario, nunca más ya repetibles. Las conversaciones sobre cultura, sobre política, sobre música. Los exámenes, los espacios de relajamiento en la pradera de césped recién cortado que rodeaba la Facultad, los vinos en Argüelles, las copas en Malasaña...
El ciudadano necesita una información veraz y total. Lo contrario, significa que no es considerado como tal. Los estados, después, podrán aportar todos los matices necesarios para que su experiencia y profesionalidad delineen las razones de estado que consideren oportunas. Y a nosotros nos corresponderá decir sí o no. Después de todo somos los verdaderos sufridores de las consecuencias de esas razones. Pero esa información previa es indispensable.
En la práctica, el constitucionalismo es un producto jurídico ideado por los antiguos representantes del gran capital para ilusionar a las gentes y manejar entre bastidores su destino. Sirvió de fundamento a lo que se bautizó como Estado de Derecho. Atento al principio del imperio de la ley, esta pasó a ser el alma del sistema, un producto maleable que atendía, en teoría, al interés general, pero venía afectada por intereses particulares.
Objetivamente considerada, la democracia del capitalismo moderno siempre fue un mito, arropado por el método electivo de la representación, con el que vino a escena la partitocracia. Ahora resulta que empieza a declinar y amenaza con no quedar en pie este sucedáneo ofrecido a las masas, porque hoy, la que sirvió de falsa bandera de lo que se ha venido llamando democracia al uso hace aguas.
Comprendo el porqué de la cuestión. Si ni siquiera el presidente del Gobierno se ha dignado participar de forma directa en el mismo, al resto de los españolitos de a pie nos resbala cuanto digan unos y otros, dado que los resultados los tienen pactados y vendidos de antemano.
Almería es uno de los nuevos destinos favoritos de los argentinos que desean emigrar hacia Europa. Es una provincia española con un clima excelente, donde casi no llueve y no hay temperaturas extremas. Cuenta con una gran oferta gastronómica, más de 200 kilómetros de playa, y una amplia variedad de servicios públicos y privados.
Tras una espera muy dilatada acabó llegando el momento en que la Ley de Nietos, también conocida bajo el nombre de Memoria Democrática, acabó aprobándose. Así pues, existe la posibilidad de recurrir a ella para que tanto los hijos como los nietos de ciudadanos españoles obtengan también dicha nacionalidad directamente.
Nunca he tenido dudas de que la actividad política debe ser enfocada para la solución de los problemas de la sociedad. Ha llegado un momento en que se confunden los objetivos y las perspectivas: prima lo ideológico, el insulto, el desprecio y la humillación fácil al contrincante, que no enemigo. Empiezan a no servir de nada los ideológicos y estériles debates, más orientados al marketing electoral que a hacer más fácil la vida de la ciudadanía.
Aquello que un día se llamó el Estado del bienestar da la impresión de que está camino de pasar a la historia, por encontrarse en proceso de desguace. Probablemente el motivo fundamental sea que al capitalismo que lo apadrinó en su momento ya no le interesa, al menos en su dimensión real.
Usted decide obtener un segundo pasaporte. Pero ¿qué significa realmente? Bueno, invierte en su seguridad y libertad. Nadie sabe cuánto tiempo pasará antes de que decida mudarse porque la situación se está poniendo más difícil. Afortunadamente, no tiene que esperar años para convertirse en ciudadano de otro país si existen programas de ciudadanía por inversión.
Existe en Ferraz fundado nerviosismo por los sondeos que alertan de la pérdida de Moncloa por parte del felón y mentiroso, Sánchez. La tensión ha hecho perder los papeles al trapacero presidente. Y esa actitud no es más que la cosecha recogida de lo sembrado. Hasta el PNV ha tardado en reaccionar y en darse cuenta de que le han tenido engañado las huestes falsarias del degenerado socialismo, más conocido como «Sanchismo».
El Diccionario de la RAE define el término Democracia, en su segunda acepción, cuando se da el predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado. Pero que así lo defina la Real Academia de la Lengua no significa que ello ocurra de tal manera.
¡Vaya la que le ha caído a Sánchez en Sevilla! Pitos, insultos varios, desprecios de todo tipo sin que faltaran los gritos de «¡Fuera!» y «¡sinvergüenza!» No sé qué pensaba que podía suceder cuando en ningún lugar pasa desapercibido, ni es recibido de buenas maneras. Todo empezó en la Plaza Mayor de Salamanca, durante el posado de la Conferencia de presidentes, y se extendió al pueblo charro donde le organizaron un paseo de desagravio.
|