| ||||||||||||||||||||||
El sábado 24 de Diciembre de 1932, mientras seguían las operaciones en Saavedra y los aprestos para resistir en Nanawa cuando el día de Nochebuena sorprendió a la guerra. Cuando indicaba que los batallones y regimientos pasarían navidad en medio del estridor de las armas y bajo fuego enemigo, llegó de ultramar un pedido inapelable para aquel tiempo.
El año que termina ha sido especialmente letal para los profesionales de la información que trabajan en las zonas de conflicto, con al menos 65 periodistas asesinados mientras ejercían su labor, según ha confirmado la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En la navidad de 1932, un pedido de tregua del Papa Pio XI hizo que se silenciaran las armas en el Chaco. Allí se enfrentaban Paraguay y Bolivia en una guerra que harían famosa Dreiser, Huey Long, Augusto Céspedes y Augusto Roa Bastos entre muchos otros.
Con los niños no, por favor, por locos que estemos o seamos los adultos, los locos adultos que matan, los que mueren, los que mueren sentenciando y matando, los que se acobardan, los que sufren, los que cuentan historias a través de los medios de comunicación y no les importa que haya otros niños menos indefensos y personas sensibles alrededor de una mesa comiendo o simplemente reunidos en familia.
La paz no es simplemente la ausencia de guerra. Interpretarlo así es un error en el que caen muchos pacifistas. Dado que la guerra es un instrumento de la política, oponerse a la guerra es tener que oponerse a una determinada política. No hay paces en el vacío, ni un piloto automático que las dirija. Al decir política nos referimos a la real, no a frases altisonantes que ocultan la verdad.
El manifiesto ‘Hay que parar la guerra. Ni Terrorismo, Ni Genocidio’ se publica por tercera vez con más de 10 mil firmas de 30 países. Entre los firmantes se encuentran una parte importante de profesionales destacados de la cultura de nuestro país.
En el contexto de la guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia, el 12 y 13 de diciembre de 1932 los bolivianos lanzaron un furioso ataque sobre el fortín Platanillos, en manos paraguayas desde el 6 de noviembre, fecha en la cual tres regimientos paraguayos expulsaron del sitio a los bolivianos. Luego de tomar la posición, la mayor parte de las tropas paraguayas se retiraron dejando un pequeño contingente, insuficiente para defender el lugar.
Hace poco, algunos medios recogían unas palabras de Netanyahu, primer ministro de Israel. La mayoría destacaba la siguiente frase: "La Biblia dice que 'hay un tiempo para la paz y un tiempo para la guerra'. Este es un momento de guerra". Otros daban un paso más y completaban la intervención: "Debéis recordar lo que Amalek os ha hecho, dice nuestra Santa Biblia. Nosotros lo recordamos y estamos luchando".
La verdad —y los periodistas— son las primeras víctimas de la guerra en Gaza. Mientras el bombardeo israelí contra la Franja de Gaza, que ya lleva casi siete semanas, se ha cobrado la vida de más de 14.000 palestinos, entre ellos más de 5.000 niños y niñas, los valientes periodistas palestinos que trabajan en Gaza en circunstancias sumamente difíciles y peligrosas están muriendo uno tras otro.
Israel debe parar inmediatamente el genocidio en Gaza, Hamás debe liberar incondicionalmente a los rehenes israelíes. Igual que denunciamos a Netanyahu como genocida y exigimos que pare la guerra, también exigimos a Hamás la liberación incondicional de los rehenes.
La humanidad quiere paz, no guerra. Las grandezas de la cotidianidad (vida) no está en admitir o proliferar el odio, la venganza, guerras, indisponer a las personas sin justificada razón, solamente para, como lo dice el adagio: "matar para sobrevivir". Inmiscuirse en esa hazaña no es de persona inteligente.
La guerra entre ejércitos rivales en Sudán, iniciada el 15 de abril y que ha costado 6.000 vidas de civiles y el desplazamiento de siete millones de personas, se intensificó en las últimas semanas con más ataques sobre la población civil, según lamentan responsables del sistema de Naciones Unidas.
El poema de Berry resulta dolorosamente oportuno, dado que las fuerzas armadas israelíes, después de varias semanas de bombardear objetivos civiles –entre ellos escuelas, hospitales y ambulancias–, han ampliado la invasión terrestre de la Franja de Gaza y están atacando centros médicos directamente con tanques y soldados.
La relación entre Occidente y los países de Oriente próximo y medio ha sido conflictiva, de modo parecido a lo que durante la Guerra Fría fue entre la OTAN y la URSS. Ahora que el conflicto con la nueva Rusia de Putin con pretensiones expansionistas ha quedado limitado a un 'impasse', reaparece el conflicto con algunos países islámicos, a partir del problema de Gaza.
Por estas fechas del año 1922, en un olvidado paraje en el sur del Paraguay llamado Ka-í Puente (Puente del Mono), se desarrolló la primera batalla moderna en Sudamérica. En ella se usó el cañón más grande que existía en Sudamérica, un imponente Vickers Naval de 190 mm, adquirido por el Paraguay a Manuel Rodríguez, un testaferro del norteamericano Percival Farquhar que no pudo usarlo para derrocar al gobierno de Portugal.
La está utilizando Israel cuando asegura que el conflicto de Gaza tiene como finalidad mantener el control total de la seguridad en la Franja. A la vez que dicen esto, en Cisjordania colonos hebreos (kibutz) están expulsando a los palestinos de sus tierras, y los residentes de Huwara no pueden cruzar la calle principal sin permiso del Ejército, teniendo que cerrar muchos negocios.
“La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público”. No lo digo yo. Es lo que dice el artículo 21.3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Una afirmación rotunda y que parece debiera cumplirse para poder considerar que un poder público es legítimo y democrático. Sin embargo, los ejemplos concretos de su incumplimiento, justamente en los países que más alardean de ser los defensores los derechos humanos, se podrían contar por cientos o miles.
Palestina viene de “país de los filisteos”, enemigos del pueblo de Israel durante mucho tiempo. Cuando fueron expulsados los judíos, a lo largo de estos 20 siglos han convivido allí tanto musulmanes como cristianos y judíos, aunque no ha dejado de haber guerras.
En la Rotonda del Capitolio de Estados Unidos, se exhiben los documentos fundacionales de la nación, entre los cuales se incluye la Carta de Derechos, que consagra el derecho a la libre expresión. Mientras Israel somete a Gaza a un ataque aéreo y terrestre a gran escala, el Congreso estadounidense nos ha recordado lo que se conoce como “la excepción palestina” a la libertad de expresión.
Se habla de un “choque de civilizaciones” entre Islam y Occidente. Desde finales del siglo pasado, hemos visto crecer los conflictos con países islámicos: Irak, Libia, pero no nos mostraban los motivos económicos que estaban detrás de esas guerras: ¿no serían guerras que tenían oscuros motivos financieros? Ahora mismo hay más de 40 guerras activas en el mundo, pero en sitios donde no hay esos grandes intereses económicos, no se nos presenta como una injusticia.
|