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«Luego de dos semanas de la segunda dosis tienes un 50% en casos leves, te puedes contagiar, sin embargo, en casos graves la protección es en un…». «Yo en cambio pongo el hombro y que me inyecten lo que vayan a inyectarme».
El mercado laboral se ha visto gravemente afectado durante la pandemia por COVID-19. Algunas empresas, al percibir pérdidas económicas importantes, decidieron suspender contratos de trabajo, reducir jornadas laborales e incluso hacer despidos colectivos. ¿Fuiste víctima de un despido durante la crisis sanitaria? Te mostramos algunos consejos para hacer valer tus derechos como trabajador.
Es muy difícil comprender que una señora que trabaja en laboratorios farmacéuticos, tras tantas experimentaciones con humanos de una vacuna que, de momento, no ha provocado graves efectos y parece eficaz, se niegue a ponérsela. Lo de la mascarilla me parece un desafío, sobre todo cuando viene de Barcelona, ciudad gravemente infectada. ¿Qué nos está pasando?
Este elemento protector, al cubrir la mitad inferior del rostro, hizo innecesario el uso del maquillaje labial y muy incómodo el uso de maquillaje facial, ya que el roce durante horas con la tela terminaba borrando o removiendo el maquillaje. Por el contrario se comenzó a focalizar el esfuerzo en resaltar las miradas y el maquillaje de ojos.
Según un informe, la crisis de la Covid-19 ha reforzado las grandes dificultades que ya afrontaban en el mundo prepandemia, entre otras: una desmesurada tasa de paro, un acceso a la vivienda en muchos casos irrealizable y, en general, inmensos obstáculos para construir un proyecto de vida independiente. A las inestables expectativas de futuro hay que sumar los prejuicios y estereotipos que ya los acompañaban antes de la crisis.
La paz es una cualidad difícil de ver y sentir en la actualidad, en un momento en donde gran parte de lo que vemos y escuchamos se relaciona con lo difícil que es morir. Ayer me enteré de que alguien conocido, cercano, había muerto. Uno más a la lista. En esta pandemia hemos visto a la gente morir, ha sido algo más público, aunque bien sabemos que la gente moría antes y morirá después, incluyéndonos. Una realidad que es difícil aceptar.
Si bien llevan siendo los principales protagonistas de las oficinas desde hace años, estos elementos se han convertido en unos de los mayores reclamos por parte de numerosos sectores debido a la pandemia. Las medidas que esta última ha traído consigo han provocado que, con el fin de respetar la deseada distancia de seguridad, su demanda haya aumentado considerablemente en un par de meses.
Ni la derecha errática dirigida por el señor Pablo Casado, ni toda esta pléyade de periodistas y ciudadanos que siguen pensando que lo mejor es contemporizar, llegar a acuerdos, ceder con tal de conseguir un alivio en cuanto a la tensión política, han supuesto para Pedro Sánchez un obstáculo insuperable para llevar adelante su estrategia encaminada a conseguir perpetuarse en el poder a costa de lo que sea.
Gestionar el seguimiento de la pandemia a nivel local ha convertido los centros de salud en puntos de alta tensión asistencial. Se incrementa el trabajo, se alargan las horas, la demanda de atención crece, pero falta personal y, sobre todo, recursos. Médicos y ATS no solo atienden a sus pacientes habituales, sino que, además, realizan un seguimiento a los enfermos covid, a los sintomáticos, a los positivos y contactos, además de continuar con las pruebas de detección.
Es el tipo de cáncer de piel más agresivo y su incidencia ha experimentado un importante ascenso en los últimos años, con 324.000 nuevos casos al año en el mundo y más de 6.000 en España. Sin embargo, la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia ha tenido un impacto negativo en la detección precoz de esta patología, habiendo favorecido un aumento de casos de lesiones en fases avanzadas.
En España las autoridades políticas deberían, en mi opinión, tomar medidas de restricción más generales, porque existe mucha movilidad de las personas de unas comunidades a otras. Con la variante india, según los expertos, la inmunidad de rebaño se alcanzaría con el 90% de la población vacunada.
¿Alguien puede afirmar que todo un Gobierno, armado de leyes numantinas, no es capaz de cortar por lo sano los botellones, las fiestas multitudinarias, las reuniones en pisos cerrados, etc.? Si esto es así, es que no hay Gobierno. ¿Qué pasaría si a esas personas que están riéndose de la vida ajena, se les impusieran penas muy graves y se les aplicase inhabilitaciones para sus actividades profesionales o para sus matriculaciones estudiantiles?
Mi buena noticia de hoy es que nada es absoluto. No solo existe lo blanco o lo negro. Que mejoramos suficientemente en la lucha contra la pandemia y que un montón de científicos se han devanado los sesos y han conseguido descubrir unas vacunas en un tiempo récord. Lo que ha salvado la vida de muchos de nosotros. Como siempre, son unos seres anónimos que no se ponen medallas. Las han acaparado todas los que salen en los telediarios.
Impedir la libre circulación de personas por espacios de uso público, salvo para actividades esenciales, como adquisición de alimentos, el desplazamiento al puesto de trabajo o a un centro sanitario, tal como lo hizo el gobierno en marzo de 2020, no se ajusta al espíritu de la Constitución. Tampoco son constitucionales impedir la circulación de vehículos y cortar las carreteras a tal efecto. De esta manera se han expresado los magistrados del Tribunal Supremo.
Dicen haber triunfado esos bastardos por la sentencia del TC al considerar inconstitucionales los confinamientos durante el estado de alarma de la primera ola de la pandemia, considerándolos ilegales. A pesar de que la Ley que regula el estado de alarma cita textualmente que está prevista para «epidemias».
La falta de contacto social, en el colegio y con amigos, está acrecentando los casos de trastornos en menores, como las autolesiones o trastornos alimentarios, que causan ansiedad, depresión, autismo, problemas en la conducta, etc. Por ello, es necesario un abordaje que prevenga y trate de manera urgente esta situación especialmente preocupante en los más pequeños.
Se advierten diferentes motivos que estresan a los ciudadanos en este período: dudas que surgen a la hora de la vacunación sobre los efectos secundarios, las citas, las dosis que necesitan; la incertidumbre que provocan las nuevas variantes y sus características; las últimas incidencias acumuladas, una posible reinfección...
Muy a pesar de que la situación actual invita a ser más cautelosos, el 75% de los encuestados cree que este año será mucho más fácil encontrar una pareja que antes del Covid-19, aunque en muchos casos perderán su categoría de aventura, ya que el 60% confiesa que le producen cierto temor los “rollos” de una noche debido a la situación sanitaria.
Situaciones pandémicas, como la actual, requieren decisiones de Estado de Alarma o de Seguridad Nacional, poniendo a disposición de las mismas a todos los medios existentes, personales y jurídicos. Si un gobierno no es capaz de dominar movimientos colectivos como los botellones, las fiestas y celebraciones incontroladas o los eventos musicales multitudinarios…, dice poco de ese gobierno.
Los autores de este trabajo instan a las autoridades a mejorar la información sobre el tema y modificar los modelos de prestación sanitaria, con la oferta de nuevos servicios de vacunación e incluso unidades móviles que permitan desplazarse a zonas marginales, ya que las campañas no llegan a colectivos en riesgo de exclusión social. Además, para aumentar las tasas de vacunación hay que mejorar la confianza entre la población.
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