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Como consecuencia de los altibajos en la actividad industrial y la incertidumbre económica, el precio del acero se triplicó entre 2020 y 2021. Actualmente, mientras la Unión Europea sigue tomando medidas para asegurar su suministración, empresas y también particulares recurren a otras vías para obtener este preciado material. Y es que los pedidos de piezas de acero inoxidable al corte son ya una tendencia útil y rentable.
Recién iniciada la Semana Santa, los hogares españoles están en plena planificación de sus compras para celebrar el fin de semana largo en familia o entre amigos. Durante estas fechas, la gastronomía juega un papel fundamental. Torrijas, buñuelos de bacalao y huevos de chocolate son productos típicos que vienen a alegrar las mesas. Pero este año, no escaparán a la subida de precios.
Crédito y Caución prevé que en 2023 se produzca un aumento global del 49% en los niveles de insolvencia, en el marco del proceso de ajuste a los niveles prepandémicos. Tras la interrupción de los estímulos fiscales y moratorias concursales vinculadas a la pandemia, pueden transcurrir hasta ocho trimestres hasta que los niveles de insolvencia se normalicen.
Los sobrecostes que están soportando las empresas constructoras provoca que se esté produciendo una menor contratación de profesionales en el sector. El auge de otros sectores ligados a este ámbito está afectando a las grandes ingenierías y constructoras de obra civil españolas, a las que cada día les resulta más difícil captar profesionales cualificados, especialmente para sus grandes proyectos internacionales.
Algunos bancos más pequeños en EEUU están quebrando y, aun así, debido a la inflación, suben los tipos de interés otros 0,25 puntos. Todo esto se presupone que será un efecto dominó para Europa, como ya ocurrió en el 2008, pero nos están maquillando los datos y dando las noticias muy edulcoradas, para que no veamos la realidad.
A pesar de que la inflación llegó a su cúspide en el pasado mes de julio, con una cifra del 10,8 %, el índice de los precios continúa siendo muy elevado. Destaca especialmente el 7,7 % que marca la inflación subyacente, es decir, aquella que no tiene en cuenta ni los alimentos ni la energía, y que se encuentra en estos momentos en su máximo desde que hay registros.
Según un informe, el precio de la vivienda usada en venta subió un 0,5% con respecto al mes de enero y a la tasa interanual se sitúa en +4,2%. Durante el mes de febrero, todas las provincias, salvo seis, registraron precios más altos que el mes anterior.
La inflación casi récord de los precios de los alimentos en Sudáfrica, los cortes de suministro eléctrico, el aumento del coste de la energía y las previsiones de nuevas subidas de los tipos de interés han mermado la renta de los trabajadores y perjudicado aún más a los pobres. Un coctel que coloca al país ante el riesgo de disturbios sociales.
La guerra derivada de la invasión rusa de Ucrania hace un año está provocando un impacto económico global significativo. Aunque ambos países representan conjuntamente menos del 2% del PIB mundial, se trata de actores clave en el buen funcionamiento del comercio global. El efecto directo más significativo se deriva del papel de Rusia como proveedor de petróleo y gas, especialmente en Europa. Este suministro ha caído un 80% desde el comienzo de la guerra.
El porcentaje de inquilinos con ingresos brutos mensuales de 1.000 euros o menos cae del 16% al 12% en 2022, mientras suben del 12% al 14% aquellos con ingresos entre 2.000 y 2.500 euros, según Fotocasa. Es uno de los principales datos extraídos del informe ‘Experiencia en alquiler en 2022’ publicado por el portal inmobiliario, que destaca que el alza de precios del alquiler “expulsa a quienes menos ganan lo cual hace que ganen peso relativo los tramos con mayores ingresos”.
La aprobación de un nuevo paquete de medidas económicas del gobierno de Pedro Sánchez contra la subida de precios es una buena noticia, pues puede reforzar la mejor senda que lleva la economía española respecto a las demás de la Unión Europea en crecimiento, creación de empleo e inflación. Y las propuestas de las que ha hablado su vicepresidenta Yolanda Díaz, orientadas a lograr la mayor equidad posible, van en la orientación correcta.
Cada vez somos más pobres y no lo decimos nosotros, lo dicen los datos. Según las últimas informaciones publicadas por el INE (Instituto Nacional de Estadística) en su último informe publicado el 30 de mayo, España ha sufrido una subida generalizada interanual de precios del 8,7%, creciendo 0,4% con respecto al mes anterior. Una vez más nos encontramos en un panorama económico donde todo aumenta menos los salarios.
Un estudio revela que el 52% de los hogares españoles han reducido su consumo de energía durante el mes de marzo, coincidiendo con el inicio de la guerra en Ucrania. Un 71% lo ha hecho debido al aumento de los precios del mercado energético, un 15% para reducir la dependencia del gas ruso y un 14% por motivos medioambientales. El dato a nivel nacional se sitúa por debajo del resultado a nivel europeo, en donde el porcentaje de hogares que ha disminuido su consumo está en un 57%.
Multinacionales del gran consumo, entre ellas Unilever, Procter & Gamble (P&G), Nestlé, Danone, Heineken, Coca-Cola, Pepsico y Primark, y empresas nacionales del sector como Inditex o Deoleo han llevado a cabo ya subidas generalizadas de precios o advierten de que lo harán próximamente en un contexto marcado por las tensiones inflacionistas, con alzas del coste de las materias primas, entre ellas la energía, disparadas a raíz de la guerra de Ucrania.
Una considerable parte de la población española ya está sufriendo directamente las consecuencias de una alta tasa de inflación que casi alcanza el 10%. Lo nota o lo siente cuando compra productos de alimentación, por ejemplo, ya que algunos alimentos de primera necesidad han subido un 20 o 30% y otros muchos en un porcentaje menor, pero que también repercute notablemente en los bolsillos de los ciudadanos.
El pueblo peruano toma las calles contra el alza de los carburantes y alimentos. En diversos lugares hay paros de transportistas y agricultores, bloqueos de caminos y pistas, quemas de estaciones de suministro de gasolina o peajes. Los culpables de ello son los grandes monopolios que han financiado al fujimorismo. Las actuales movilizaciones populares contra las subidas de precios deben ser volcadas contra la oligarquía golpista que las origina.
El aceite de oliva (+30,1%), la pasta (+19,9%) y las harinas y otros cereales (+11.7%) fueron los alimentos que más vieron subir su precio en febrero en comparación con el mismo mes de 2021, según los datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) recogidos por Servimedia.
Especialistas analizan la escalada en los precios de las materias primas como consecuencia de la guerra en Ucrania y las sanciones a Rusia y su impacto en la inflación. En este contexto, la renta variable mundial está sometida a una fuerte volatilidad y “aunque todavía parece haber un gran sentimiento de aversión al riesgo, los mercados parecen más abiertos a asumir cierto riesgo y a reinvertir en valores growth”, explican.
Las fiestas navideñas se caracterizan por sus abundantes comidas y cenas con familiares y amigos. La subida constante en los precios de la energía y combustibles, como el gas y la gasolina, están afectando a la compra de los productos de las comidas navideñas. las previsiones apuntan a un importante descenso de los productos de gran consumo (-58%) en comparación con el año anterior.
Los índices de precios están alcanzando los niveles más altos de los últimos treinta años ante la pasividad de las instituciones que nos habían asegurado que son las únicas que podrían evitarlo, los bancos centrales. A ellos se les encomendó garantizar la estabilidad de los precios y para conseguirlo reclamaron y consiguieron todos los privilegios y competencias posibles.
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