Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Política | Política española | Políticos | Políticos españoles | Partidos Políticos | Reflexión

​Algo que aclarar sobre la política

Las masas votantes, cierran el pico, meten la papeleta en la urna, y se acabó, porque el mandatario ya está elegido
Antonio Lorca Siero
jueves, 3 de agosto de 2023, 12:40 h (CET)

Dentro del panorama político actual, resulta inevitable someterse a la democracia del voto, porque el capitalismo de la globalización así lo impone, ya que su sola invocación permite tapar la evidencia del totalitarismo económico y dar nuevos aires a la política. En su tiempo, la democracia representativa burguesa podría servir como solución provisional, una vez desterrado el absolutismo, pero tratar de continuar con la misma práctica durante más de dos siglos carecería de sentido, salvo que estuviera en juego el interés de las elites, aprovechando la pasividad de las gentes. El hecho es que, pese a la propaganda, su recorrido está casi agotado, máxime cuando la tecnología y, en general, los medios de manipulación modernos permiten alterar cualquier resultado electoral, sin que suene a pucherazo, dejando en pie la voluntad electoral.


La única democracia del presente, aunque meramente anecdótica, sería el concejo abierto, donde exista y se pueda practicar. Lo es, porque transmite la voluntad popular de forma directa y, aunque por supuesto influenciable, resulta ser en menor grado que aquella que se oculta en el secreto del voto, puesto que ante ella siempre permanece atenta la conciencia personal y el recto juicio de la ciudadanía. Ciertamente tropieza con demasiados obstáculos para hacerla realidad, desde la consideración cuantitativa para llevarla a la práctica, hasta la dedicación política que se exige a los ciudadanos. Incluso mayor dificultad entraña hacer efectivas las resoluciones adoptadas por la mayoría del colectivo, al no disponer de un aparato de coacción eficiente. A pesar de todo, en la llamada era de las nuevas tecnologías, en la que muchas cosas son posibles, los problemas demográficos, la producción de los resultados y la praxis para construirla ya no son obstáculos, por lo que bastaría con proponérselo a nivel general.


No se ha avanzado en el terreno de la democracia directa, sencillamente porque a la política de los países más adelantados no le interesa, tampoco a su sistema partitocrático, mucho menos a sus personajes ocasionales, porque disfrutan por una temporada de los privilegios del poder. A todos les basta con entregar un sucedáneo de democracia a las gentes para dar por cumplimentado el papel político público, mientras que luego pasan a decidir por su cuenta. Estas decisiones, examinadas detenidamente, no suelen coincidir con los intereses de la colectividad, pero sí con la particularidad de quien dispone del poder real, aunque, para cubrir las apariencias, se aderezan con cuatro ocurrencias de moda para dar la impresión de que se mira por el interés general.


Hoy, en la política, se suele estar a otras cosas. Por una parte, a lo que ordenan los mandatarios dueños del dinero; los partidos, a lo suyo, seguir disfrutando del prestigio que otorga el poder, y los líderes políticos, a satisfacer su ego personal y percibir los correspondientes dividendos que procura el cargo. Las masas votantes, cierran el pico, meten la papeleta en la urna, y se acabó, porque el mandatario ya está elegido.

Noticias relacionadas

Cuando el ganador de las últimas presidenciales estaba en la cumbre de su popularidad, los seguidores del amo de Perú Libre coreaban la consigna "Castillo y Cerrón, un solo corazón". Con ese lema querían montarse en su prestigio y cubrir como el profesor chotano les choteaba.

Van ustedes a permitirnos esta apuesta vital, y ya iremos viendo el desarrollo de los acontecimientos. Salí, hacia las cuatro de la tarde, a echar un vistazo al centro de la ciudad donde vivo, para ver cómo la gente enfrentábamos un inesperado apagón nacional, un increíble colapso de nuestro sistema energético. 

¿Por qué es tan difícil de recordar al escritor por excelencia del Romanticismo español? Tengo la sensación de que el espectro de Gustavo Adolfo Bécquer sólo son hoy miles de toneladas de tinta sobre papel. Quizás cuando llegue la noche de hoy, y después de que se interesen por esta columna, algún joven lea alguna de sus rimas o leyendas.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto