Quiero abrazar la justicia,
y que no sea cualquier cosa, sino la verdadera ley y voz del Creador.
No a la soledad, no a la injusticia, no a la mediocridad, de verse perdidos, sin futuro y con un pasado triste.
Vamos a luchar por salir de la tortura de vivir sin amor.
Unamos las manos como esperanzados seres que claman a Dios paz solemne y amistad.
Y que viva la paz, la justicia y la inocencia y abajo la avaricia y la amistad mal entendida, la humillación del pobre y del menos favorecido.
Gritemos que queremos caminar de la mano, sí al amor de hermanos y cantemos que viva el humilde, el sincero, el que conoció a Dios.
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