Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Política | memoria histórica | Democracia | Políticos

Cuando la política nos pudre de indiferencia

Sólo una sociedad luchadora, defensora de sus derechos y crítica con todo tipo de abusos y clientelismos, podrá caminar hacia un progreso en convivencia democrática
Ángel Alonso Pachón
martes, 19 de diciembre de 2023, 09:26 h (CET)

El ser humano, cuando comienza a perder la memoria, a olvidar los momentos importantes de su vida, a no recordar muchos momentos de la historia..., cuando, en un silencio, cercano al aislamiento, su soledad se convierte en su único amigo... en ese momento el ser humano, pierde su esencia y sólo sus convicciones internas, últimas en desaparecer, le mantendrán, aunque sólo sea para ver y no sentir.


Estas situaciones van normalizándose por el hecho de vivir dentro de un cuerpo lleno de limitaciones, aunque todo él esté sostenido por la conciencia y el sentimiento del “yo”, del “ser”.


Lo grave es cuando ese proceso se traslada al sentimiento personal sobre su propia convivencia social. Entonces hablaríamos de INDIFERENCIA ante la historia, de INDIFERENCIA ante su propia sociedad, de INDIFERENCIA política y del comienzo de INDIFERENCIA personal.


El proceso del deterioro de la confianza comienza cuando la observación de la vida política produce dolor, daño, angustia, sentimientos de venganza e incapacidad para poder hacer algo efectivo.


Una sociedad que permite una realidad política “interesada”, “nepotista”, “leguleya”, “prevaricadora”, que permite una realidad política con sentimientos de superioridad económico-social y con un convencimiento dogmático de la vida en democracia... está en un proceso sin retorno hacia la INDIFERENCIA, hacia el AISLAMIENTO y hacia el progresivo proceso de la PERDIDA DE MEMORIA HISTÓRICA.


Ante esta realidad, sólo una sociedad luchadora, defensora de sus derechos y crítica con todo tipo de abusos y clientelismos, podrá caminar hacia un progreso en convivencia democrática.


Lo que no llevemos a cabo ahora, serán nuestros hijos y nietos los que cargarán sobre sus espaldas todo el peso de nuestra COBARDE INDIFERENCIA.

Noticias relacionadas

Corría el mes de abril de 1994 cuando un grupo de malagueños celebramos la Semana Santa en el lejano cantón Valais de Suiza. Por aquellos tiempos dedicaba buena parte de mi tiempo a transmitir, en la medida de mis posibilidades, el Evangelio. Estaba totalmente involucrado en las tareas de evangelización del Cursillo de Cristiandad. Una tarea gestionada por seglares.

Al referirnos a las expresiones del habla cotidiana, las quejas son las principales protagonistas. Independientemente de cómo se exprese cada cual, somos muy perspicaces en la crítica dirigida a los demás y poco propensos al examen del escaparate propio. Sin embargo, no es tan sencillo pronunciarse al respecto, debido a las imprecisiones propias, las tretas ajenas y los muchos factores implicados.

Los que desde muy pronto y ya sin interrupción hemos tenido un contacto frecuente con los libros sentimos cierta incomodidad al oír consejos y expresiones como “leer es bueno”, “un libro es un amigo” o “lee lo que quieras, pero lee”. Es como si alguien dijera: “¡viva la comida!, da igual qué comas, lo importante es que comas”, o “beber es vivir, sea lo que sea que bebas, bebe”.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto