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Rafa Esteve-Casanova
Contar por no callar
Rafa Esteve-Casanova nació en Valencia y estudió Relaciones Laborales y Derecho. A finales de los 60 escribe críticas, entrevistas y artículos en El País, Noticias al Día, Avui y Liberación, y participa en un programa de crítica musical en RNE. Sus poemas han sido publicados en volúmenes de homenaje a los poetas Vicent Andrés Estellés, Joan Valls Jordá y Joan Brossa. Entre sus numerosos premios cabe citar el 'Vila de Xabia', 'Mare de Deu del Olivar' y el 2º premio del certamen de narrativa del Ayto. de Valencia. Fue secretario de Organización de Unitat del Poble Valencià y estuvo entre 1987 y 1991 en el grupo EU-UPV en el Ayto. de Valencia. Actualmente escribe artículos de opinión político-social en los que hace gala de una sutil ironía. Es colaborador del diario Levante y publica los jueves y domingos en Siglo XXI la columna ‘Contar por no callar’, así como artículos vinculados a la música.
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Desde hace más de 15 meses estamos asistiendo todos los días a los intentos de genocidio contra el pueblo palestino por parte de Israel, con la ayuda de Estados Unidos y el silencio cómplice de la unión Unión Europea. Todo empezó con un ataque, por sorpresa, de Hamás a una fiesta al aire libre que estaban celebrando cientos de jóvenes judíos y a algunos 'kibutzs' de la zona del norte de Gaza.
El pasado miércoles, la derecha, también la catalana, junto con la extrema derecha tumbaron la aprobación de un decreto-ley del Gobierno que incluía diversas medidas sociales. Ha sido su gran triunfo en esta legislatura, un triunfo sobre el gobierno Sánchez perjudicando a aquellos más desfavorecidos por la vida y la fortuna: los trabajadores y los pensionistas.
El 20 de noviembre se cumplen 50 años de la muerte de Franco, uno de los pocos dictadores que murió en la cama. Y el gobierno de Pedro Sánchez ha decidido convocar varios actos para celebrar que hace medio siglo llegó la democracia a España. Solo el anuncio ya hizo alborotarse el corral de las derechas locales, porque, según el PP, con estos actos lo único que quiere el PSOE es distraer la atención del personal.
El año 2024 siempre será recordado por los valencianos como el año de la “barrancada del Poio”, el año del tsunami provocado por la fuerza de las aguas que, sin ningún aviso llegaron para destruir vidas, haciendas e infraestructuras dejando en más de un centenar de pueblos un tenebroso rastro de luto, desgracia y derrota, mientras calles, plazas y casas se llenaban de barro y agua marrón.
El 25 de Julio de hace diez años, en una fecha tan catalana como el día de Sant Jaume, Jordi Pujol, el hombre que durante más de 20 años dirigió con puño de hierro los destinos de Catalunya, con su lema del “peix al cove”, durante los largos años de su mandato pactó a una lado y otro del espectro político consiguiendo siempre, según su punto de vista, ventajas para Catalunya.
Ha pasado un mes del fatídico día en que un tsunami de agua y barro sembró una parte del País Valencià de muerte y destrucción, y las calles de algunos de los pueblos que vivieron horas de pánico por la mala actuación de las autoridades de la Generalitat Valenciana con Mazón a la cabeza, aún tienen sus calles llenas de barro, las escuelas sin poder acoger a los alumnos, los garajes inundados, el transporte público sin servicio, y el luto por la muerte de más de doscientos vecinos.
Mazón, después de una nefasta gestión de una catástrofe natural como la DANA del 29 de Octubre, con más de doscientos muertos en su haber, huele a cadáver político desde que comenzaron a conocerse los detalles de una negligencia que resultó criminal. Desde el primer momento las autoridades valencianas, con Mazón al frente, fueron sobrepasadas por los acontecimientos, su grado de ineptitud les llevó a minusvalorar lo que estaba sucediendo.
Las catástrofes derivadas de la fuerza de la lluvia desbocada no son una novedad en el País Valencià. Desde tiempo inmemorial, de tanto en tanto, ríos, barrancos y riberas se desbordan sembrando de muerte y destrucción las riberas de sus cauces.
Estalló la bomba, lo que muchos conocían desde hace años y fueron obligados a silenciar. El ex rey de España, y ex Jefe de Estado, para no afrentar al apellido Borbón, ha sido un “picha brava” durante decenas de años, y, a mayor abundamiento, los españoles le han pagado, al menos, una de las amantes vía fondos reservados con la complacencia de dos Presidentes del Gobierno: Felipe González y José María Aznar.
Estos no dijeron “tornarem”, porque no disparan una palabra en valenciano, pero han vuelto. En las elecciones de mayo del 2023 el PP volvió a la calle Cavallers de València, recobró el poder que había perdido ocho años antes ante el PSOE. Las fuerzas progresistas valencianas habían perdido la partida, muchos de sus votantes se quedaron en casa, tal vez decepcionados por sentir que la coalición PSOE/Compromís no había cumplido con sus expectativas.
Al Partido Popular le gusta jugar con fuego con amistades tan peligrosas como la extrema derecha. Ya lo hizo Rita Barberà, antes tratada por los suyos como una apestada y ahora rehabilitada, honrada y homenajeada por su fiel discípula la alcaldesa Català.
Contra los agoreros que desde hace un tiempo vienen proclamando la muerte del independentismo o su domesticación, como hacen Pedro Sánchez y sus ministros, la celebración el pasado miércoles, una vez más, de la Diada de Catalunya sirvió para acallar a aquellos que llevan un tiempo entonando música de réquiem por el independentismo.
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