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Vicente Manjón Guinea
Vicente Manjón Guinea
Nada hace más dependiente a la gente del poder que el control sobre sus ingresos, sus trabajos, sus propiedades

Dice Carlos Rodríguez Braun, economista argentino, educado en la Universidad Católica de Argentina, que el abanico antiliberal va desde los fascistas hasta los comunistas. Ambos se sienten atraídos por el populismo, porque ambos padecen el culto a la personalidad. Ambos se dedican en cuerpo y alma a la propaganda y a intoxicar a la población con etiquetas a menudo brillantes, pero siempre simplistas.

Se han derribado valores que parecían intocables como la fortaleza de la dignidad y de la honestidad, y todos esos corruptos, vividores de lo público, se pasean insolentes antes las cámaras

Dijo Sócrates, antes de tomarse la cicuta, que la verdad se identifica con el bien moral, es decir que quien conozca la verdad no podrá menos que practicar el bien. Por lo tanto, quien conoce lo recto actuará con rectitud y el que hace el mal es por ignorancia. Sin embargo, el siglo XXI ha perforado todos los cimientos de la cultura clásica. Los pilares sobre los que se habrían ido edificando nuestras creencias en favor de la humanidad, han sido dinamitados.

Nuestros jóvenes, aquellos a los que se les ha tildado de generación de cristal, resulta que, con palas y escobas, se han bañado en barro, para sacar del lodo a miles de personas abandonadas a su suerte

Escucho los acordes de la canción de Bob Dylan 'Forever Young', y hay algo que se aviva en mi memoria, en mi retina adormecida, y es la imagen de aquella procesión de jóvenes voluntarios, con sus escobas y sus cubos de fregar al hombro, en dirección hacia el epicentro de la desgracia, hacia Paiporta, Chiva, Aldaia, Pincanya, Sedaví, Benetússer o Alfafar, entre otros pueblos y comarcas por donde pasó el caudal del mal y la destrucción.

Desde agosto de 2020, Juan Carlos I pasea por una exclusiva villa de la isla de Nurai, en Abu Dabi

El 3 de agosto de 2020, se emitía un comunicado desde la Casa de Su Majestad el Rey donde Don Juan Carlos venía a decir, entre otras cosas, a su querido hijo Felipe lo siguiente: «Hace un año te expresé mi voluntad y deseo de dejar de desarrollar actividades institucionales. Ahora, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles, a sus instituciones y a ti como Rey, comunico mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España».

«¡Vieja bochinchera!, ¡todo es culpa tuya!», gritará uno de los protagonistas de la novela de Carlos Sanclemente, justo antes del cruento desenlace.  La mirada aviesa, el gesto torcido, las palabras malquistadas y sobre todo la envidia será el lodo que emponzoña el discurrir de este excelente libro del escritor colombiano, nacido en Popayán.

Dijo en cierta ocasión Albert Camus que «la tragedia de la vejez no es que seamos viejos, sino que seamos jóvenes. Dentro de este cuerpo envejecido hay un corazón curioso, hambriento, lleno de deseo como en la juventud». Quizá, esta frase del escritor, de origen argelino, sea una estupenda expresión para vislumbrar el enfoque de la novela de Domenico Starnone, El viejo en el mar. 

Una noche de fiesta y alcohol, después de pelear a puñetazos con otros intelectuales como él, concretamente con Jason Epstein y George Plimpton, volvió a casa con un ojo amoratado, un labio hinchado y la camisa ensangrentada. Su segunda esposa, Adele Morales, le regañó. Él sacó una navaja con una hoja de seis centímetros y la apuñaló en el abdomen y en la espalda. Tuvo suerte de no morir.

«Podría ponerme en mitad de la Quinta Avenida y disparar a alguien y no perdería ni un votante». Quizá esta frase sea la que mejor retrata la manera de pensar de un individuo que está por encima de la ley y de unos votantes cautivos cuya única pretensión es adorar a un líder mesiánico y por supuesto peligroso, tal y como suelen ser todos los iluminados.

Corina Oproae, escritora rumana afincada en Cataluña, ha tenido la suerte, porque no deja de ser una suerte, de ganar el XX Premio Tusquets Editores de Novela 2024. El libro agraciado nos cuenta la historia de una niña que ha ido creciendo bajo el régimen dictatorial de Ceaușescu. Una niña amiga de los libros y que tiene la extraña creencia de que ha provocado la enfermedad de su padre sin querer.

Parece ser que, en esta nueva época y en estos tiempos que corren, para algunos, lo importante no es estar comprometido con los derechos de las mujeres y con la justicia, sino que, lo verdaderamente importante, es aparentarlo. Tal es así que individuos como nuestro chiacchierone Iñigo Errejón ha dejado la política, así como de sorpresa ante todos sus correligionarios.

En 1925, Gerardo Diego y Rafael Alberti se conocieron cuando cobraban el importe del Premio Nacional de Literatura. Dos personalidades muy distintas comenzarán entonces una amistad difícil unidos por una intención semejante ante la poesía, pero que simbolizan dos ideas opuestas, dos Españas irreconciliables hasta el punto venidero y terrible de una guerra civil. Dos formas muy distintas y distantes de concebir la poesía y la vinculación con la política.

Una de las grandes preguntas de la Filosofía es la discusión de si es posible o no que existan múltiples realidades que coexistan con la nuestra. Dos o más planos yuxtapuestos de una misma vida que se unen por un vórtice oscuro o, en el caso de la novela de Juan Tallón, por una simple puerta a la que se da acceso gracias a un taller mecánico que tiene los cierres echados.

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