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Desde que comenzó a forjarse el actual Gobierno andaluz con el apoyo explícito e imprescindible de Vox, esta formación de extrema derecha reclamó que se hicieran auditorías para demostrar que el llamado sector instrumental de la Junta de Andalucía era un conjunto de «chiringuitos» al servicio del PSOE.
Cada vez son más quienes afirman que “los sindicatos son la peor estafa de un país después de las comunidades autónomas”. España no pierde nada porque desaparezcan los sindicatos de malversadores. No estaría de más que el nuevo sindicato “solidaridad” diera una lección de actuación, métodos y honradez a las vetustas organizaciones sindicales de clase; es decir, clasistas. A ver si así aprenden a trabajar y a conjugar ese verbo.
Por las noticias que nos van llegando a través de los medios de comunicación social, nos vamos enterando en estos días, con pelos y señales (pero con muchos años de retraso) de las tropelías de todo orden que cometieron los gerifaltes de la Junta de Andalucía en sus treinta y siete años de gobiernos socialistas. Son las conclusiones de las 54 auditorías que el actual gobierno de la Junta ha encargado para averiguar lo ocurrido.
Men Marías acaba de publicar ‘La última paloma’, editada por Planeta, un thriller con una estupenda aceptación por parte de la crítica y de los lectores. La acción se desarrolla en el sur de Andalucía y se centra en el horroroso asesinato perpetrado en la persona de Diana Buffet, una joven cuyo cuerpo aparece salvajemente mutilado y con unas enormes alas cosidas a su espalda.
Situado en el extremo occidental de la Costa del Sol, es uno de los puertos deportivos más bellos de Europa y puerta oriental del Estrecho de Gibraltar. Su estilo de vida saludable, tranquilo y confortable, hacen de él una referencia geográfica única e inigualable para la práctica de deportes náuticos, golf y polo.
Un año después de la aprobación de la comunidad autónoma de Andalucía, esta decreta sus títulos honoríficos. Se trata del Decreto 156/1983, normativa que crea el título de Hijo Predilecto de Andalucía, como la más alta distinción de la comunidad autónoma de Andalucía.
Los hijos de la rubia Albión, los teutones y los habitantes de lo países nórdicos, captaron con interés este mensaje e inundaron nuestra costa con su presencia vacacional o definitiva. Ellos descubrieron inmediatamente la maravilla que representa el vivir en nuestro entorno malagueño.
Así, hoy, Andalucía se enfrente a una cita con su historia, y lo hace en un momento en el que la toma de decisiones llevadas a cabo en el seno de los gobiernos públicos y los consejos de administración de las empresas del territorio marcaran el futuro de las generaciones que nos procedan.
El reinado de Enrique IV fue muy alborotado por causa de los conflictos sucesorios, el enfrentamiento entre los nobles y la propia guerra civil de sucesión castellana, pero nada fue suficiente para impedir que el Rey diera su más contundente testimonio de su afecto por Don Miguel Lucas de Iranzo.
Estas diversiones no caben en mi casa. Escuché esos repiqueteos de castañuelas, esas palabras que ni siquiera pronunciaría el esclavo desnudo que permanece en el maloliente lupanar; gócese con esos gritos obscenos y con todo refinamiento del placer aquél que ensucia con sus vomitonas el mosaico lacedemonio; nosotros perdonamos esos gustos a la Fortuna” .
El diputado de Promoción y Turismo, Francisco Javier Lozano ha subrayado que se trata de “un compendio de actividades atractivas, diferentes y singulares que pretenden dinamizar el sector turístico en unos momentos de especial dificultad”. Música clásica, danza, senderismo y el rito del equinoccio en enclaves íberos.
El cortometraje Help de los directores Santiago Alcázar y Luis Medina, y producido por el área Delegada de Turismo del Ayuntamiento de Madrid ha sido premiado con Grand Prix en la cuarta edición del Terres Travel Festival, el certamen especializado en cine turístico, de paisaje y viajes que hasta el sábado 12 de septiembre se celebra en Tortosa.
A través del cristal de la ventana conjuntada con barrotes blancos y aluminados que amparan de manera celosa el cuarto donde mis sueños descansan o se alborotan, ya no observo el trasegar del ser humano envuelto como siempre en una amalgama de posibles e imposibles al tiempo.
El wellness se ha convertido en uno de los planes favoritos de los españoles para recuperarse del estrés y una de las tendencias que más está despuntando es la talasoterapia: técnicas de tratamiento que aprovechan los beneficios de los elementos marinos para mejorar la salud. La demanda para disfrutar de fines de semanas dedicados exclusivamente a recuperar el equilibrio y el bienestar ha ido creciendo con el paso de los años, convirtiendo a destinos como Andalucía, País Vasco en los enclaves preferidos para estos planes.
Yo mismo debo confesar que en mi despertar al activismo político, desde el sentimiento consciente de mi pertenencia a una clase situada en el extremo más bajo del bienestar, pensé que los andaluces debíamos imitar a los catalanes que nos llamaban charnegos para que nunca ningún andaluz tuviera que salir de su tierra a ganarse la vida fuera de su casa y de su entorno natural.Y con ese sentimiento y ese fuego interior de querer cambiar lo que me parecía tan injusto, volví a Andalucía desde la Cataluña que me había llevado al Congreso de los Diputados para ser participante en la redacción de la Constitución Española.
Según se cuenta, el entonces Presidente del Gobierno Adolfo Suarez, viendo que la voluntad autonómica española era imparable dijo lo de “café para todos” y fue aprobado el Estatuto Andaluz.El gobierno de la UCD pensaba que el proceso sería más lento, al menos en Andalucía, pero la solución salomónica de Suarez nos llevó a que se formara una sola Comunidad Autónoma con las ocho provincias andaluzas.Un político granadino de aquellos momentos dijo, en petit comité, que si hubiéramos sabido lo que iba a pasar, Granada podía haber luchado por formar otra comunidad con Almería, Málaga y Jaén pues íbamos a terminar absorbidos por Sevilla, como así ha pasado, aunque nos dieran como premio de consolación ubicar en Granada el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.El texto del Estatuto andaluz consta, nada menos que de 250 artículos, bastantes más que la Constitución Española, y su gobierno ha sido disfrutado sin interrupción por el partido socialista, desde los lejanos tiempos de Rodríguez de la Borbolla y Alfonso Guerra hasta la reciente coalición del Partido Popular, Ciudadanos y VOX.Durante tan largo periodo de tiempo nos han administrado desde Sevilla tanto los palacios de la Alhambra como las pistas de esquí de Sierra Nevada.Andalucía ha sido un fructífero semillero de votos para el partido socialista ya que al tener una extensa agricultura la política agraria común de Europa (PAC) estimó que para elevar su nivel de vida, que era el más bajo de España, necesitaba ayudas que se canalizaron como Planes de Empleo Rural (PER) y fondos de formación cuya realización, aparte de una deficiente administración que sigue rodando por los tribunales, facilitaba el control de la población rural, o no rural, que a través de los ayuntamientos facilitaba la acreditación de jornadas para la percepción de la prestación del desempleo agrario.Para dar cierto lustre al Estatuto éste empieza con un preámbulo en el que se reivindica la figura de Blas Infante como “padre de la patria andaluza”, un notario que, al parecer, terminó convirtiéndose al Islam, y que en 1883 intervino en la Constitución de la primera república española, la federal, que terminó con más pena que gloria.También el Estatuto andaluz recoge de Blas Infante la bandera blanca y verde y el escudo con la leyenda: “Andalucía por sí, para España y la Humanidad” aprobados ambos por la Asamblea de Ronda de 1918 y el himno publicado por la Junta Liberalista de Andalucía de 1933 en tiempos de la II República. El himno dice cosas que, como andaluz, me dejan perplejo, pues comienza diciendo que la bandera blanca y verde vuelve, tras siglos de guerra, a decir paz y esperanza a la gente de esta tierra.
Se han puesto de moda los ”talents-show” en las diversas cadenas de televisión. Con una excelente audiencia que refleja su aceptación general.
Dame pan y llámame perro es lo que parecen dar a entender tanto el presidente en funciones como los “marqueses” de Galapagar. Ambas partes defendieron en su día luz y taquígrafos para todo tipo de acuerdos, pero lo hacían cuando estaban en la oposición.
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