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Tras la incontestable victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses, si bien buena parte de la atención financiera e inversora se está centrando en el espectacular comportamiento de la bolsa norteamericana -y el pobre comportamiento de la española, liderada por el sector bancario-, entendemos que el movimiento de mayor calado a medio plazo lo estamos observando en la renta fija a ambos lados del Atlántico.
La economía española ha superado nuevamente las expectativas, logrando un crecimiento del PIB del 0,8% en el tercer trimestre de 2024 y un aumento interanual del 3,4%, consolidando su liderazgo en la eurozona frente a otras economías clave, como Alemania, que enfrenta una contracción.
El mercado hipotecario se encuentra en plena fase de remontada. Pese a que todo hacía indicar que este 2024 sería el año de la estabilidad, y así lo fue durante el primer semestre, el verano marcó un punto de inflexión y ya estamos empezando a ver una mejora sustancial tanto en las cifras de contratación de hipotecas en España como en la de compraventa de viviendas en España.
La bajada de tipos de interés realizada en Europa tiene un claro beneficiado, en el ámbito de los mercados de activos: la renta fija y, más concretamente, la deuda pública en plazos cortos y medios. Lo esperable, a partir de aquí y en el caso de que continúe (como esperamos) este proceso de normalización monetaria, es una bajada paulatina de rentabilidades a lo largo de toda la curva de bonos, pero especialmente pronunciada en los tramos de cero a cinco años.
Detectamos claras señales de dinamismo en el horizonte del sector del crowdfunding inmobiliario. Sin ir más lejos, la reciente decisión del Banco Central Europeo (BCE) de bajar los tipos de interés es una oportunidad tanto para ciudadanos como para empresas. Por parte del promotor que está buscando financiación para sus proyectos de vivienda, esta decisión del BCE supone un importante incentivo.
Hemos venido advirtiendo de que el riesgo más importante para nuestra actual opinión sobre el BCE es que la aceleración del ciclo de recortes se produzca ya en diciembre de este año, en lugar de en marzo de 2025. Un ciclo de recorte más rápido de la Fed puede contribuir a ello, al margen.
El BCE está preparado para bajar los tipos de interés. La inflación ha bajado al 2,2%, mientras que los riesgos para el crecimiento van en aumento. Este jueves se espera una reducción de 25 puntos básicos en la tasa de depósito, que pasaría al 3,5%, sin indicaciones claras sobre lo que sucederá después. Es probable que el BCE enfatice su dependencia de los datos, ya que la inflación subyacente sigue en el 2,8%.
En lo que va de año, el principal foco de atención de los mercados han sido las expectativas sobre los recortes de los tipos de interés en las principales economías, lo que a su vez ha determinado la evolución de otros indicadores clave para los ciudadanos, como por ejemplo el Euríbor, el índice de referencia para las hipotecas variables.
En la conferencia anual de bancos centrales celebrada en Jackson Hole, Wyoming, el presidente de la Fed, Jerome Powell, no dejó lugar a dudas de que considera que la lucha contra la inflación está ganada y que la prioridad del banco central ahora es evitar un deterioro grave del mercado laboral estadounidense.
El periodista Xavier Vidal-Folch es una de las firmas que siempre leo con interés, por su habitual lucidez y porque siempre aprendo de sus escritos, esté o no de acuerdo con lo que dice. Hoy publica en El País un artículo sobre el retraso en el nombramiento del gobernador del Banco de España y plantea muy bien la controversia que suscita el posible nombramiento para el cargo del actual ministro de Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá.
El segundo trimestre de este 2024 ha terminado con rentabilidades negativas en los mercados europeos, excepto en los países fuera de la zona euro, a pesar de la primera bajada de tipos del Banco Central Europeo (BCE). La menor rentabilidad de Francia tras las elecciones europeas ha perjudicado a todo el continente.
Se espera que la reunión de julio transcurra sin incidentes y que el Consejo de Gobierno mantenga sin cambios los tipos de interés oficiales en el 3,75% de la facilidad de depósito. Según la presidenta Lagarde, la solidez del mercado laboral permite al BCE tomarse tiempo para recabar nueva información. En consecuencia, el BCE no tiene prisa por recortar más los tipos.
La inflación anual en la zona euro se redujo en junio una décima respecto a mayo y se situó en el 2,5%, según el avance del IPC de la región publicado este martes por Eurostat. Se constata así el descenso previsto por los expertos en un indicador clave para la fijación de los tipos de interés por el Banco Central Europeo.
El mercado de divisas se está dando cuenta de un mayor riesgo político en Europa, del proteccionismo estadounidense y europeo, y de la divergencia en las políticas de los bancos centrales. Hay que prepararse para cambios tectónicos y esperar lo mejor.
El Euríbor ya ha recogido claramente las expectativas del mercado de una bajada de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) en junio, por lo que no debería tener un impacto significativo en la economía real, tanto en términos hipotecarios como financieros para el pequeño consumidor.
La oficina de estadística europea Eurostat publicó el mes pasado los últimos datos sobre el gasto que supone hacer frente a la deuda pública y a los intereses que genera. Un año más se comprueba el gigantesco despilfarro que lleva consigo tener un banco central que no financie directamente a los gobiernos.
Se detectan claras señales de mejora en el horizonte en el sector de las hipotecas, a pesar de que los datos oficiales muestran que tanto las hipotecas como las compraventas tuvieron este año su peor desempeño desde marzo de 2020, año de la pandemia.
Dato de carácter mixto, el que hemos tenido en la inflación en España. En la parte negativa estaría el incremento de tres décimas frente al dato anterior, hasta el 3,6%. En la parte positiva, destacar que el mercado interpretaba que la lectura del IPC adelantado de mayo alcanzaría en 3,7%, por lo tanto ha sido algo mejor de lo esperado por el mercado. La razón de esta subida hay que buscarla sobre todo en el incremento de los carburantes y del precio de la electricidad.
El pasado mes de abril se filtró un documento de la Junta directiva del Banco Europeo de Inversiones (BEI) en el que se establece una propuesta de hoja de ruta de 2024 a 2027. Su contenido es bastante significativo de las prioridades desnaturalizadas de la inversión pública europea y del modo tan desafortunado con que se pretende financiar.
El IPC estadounidense de abril fue un poco más suave de lo esperado, y los inversores lo celebraron en todo el mundo, llevando a las bolsas a nuevos máximos históricos y vendiendo activos refugio como el dólar, que cayó frente a todas las divisas del G10 salvo el franco suizo.
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