| ||||||||||||||||||||||
Podríamos celebrar las concentraciones de hoy asomados a fosas llenas de esqueletos y cadáveres a medio descomponer de perros de cazadores. O alrededor de árboles en cuyas ramas crecen galgos con sus tráqueas aplastadas. O frente a cheniles donde es difícil distinguir entre las heces y los cuerpos desnutridos e infectados, entre el hedor a mierda y el olor a muerte lenta y dolorosa.
Como no podía ser de otra manera, el domingo acudiré como cada año a la manifestación contra la caza en todas sus formas y en este caso, en Valencia que es la cercana. La caza consiste en matar por placer o por el negocio de un trofeo y no sabéis la pasta que mueve el tema más los perros que parece que finalmente serán excluidos de la nula ley de protección animal y a ellos se suma la desprotección de la infancia y de los jóvenes de esta actividad tremendamente violenta.
El Partido Animalista PACMA estrenó ayer la campaña “Yo no soy una alimaña” contra la caza del zorro. Comparan la imagen de un zorro y la del cazador que le quita la vida: “el ser más dañino para el resto de animales es el propio cazador”. En batidas, al salto, con lazo, con arma de fuego, con perro... Las formas en las que se permite matar al zorro en España son múltiples, y cada vez bajo más pretextos (daños a los cultivos, por ejemplo).
La caza es una actividad violenta que consiste en matar o bien por la satisfacción de ver un cadáver o por el negocio que supone el trofeo (un cadáver disecado). Los aficionados a la caza, abusan del poder que tienen sobre la inocencia de los niños inculcando esta violenta actividad y con la permisividad de todos los partidos políticos menos PACMA.
Uno de los aspectos que más está dando que hablar a raíz del proceso que sigue la Ley de Bienestar Animal es si los perros usados para la práctica de la caza deben tener un estatuto jurídico diferente al resto (aquellos conocidos bajo el epígrafe de «perros de compañía»). En tal sentido, parece claro que los canes usados para cazar no se asumen ―al menos en un contundente porcentaje― como «de compañía».
Cientos de personas nos hemos concentrado frente al ayuntamiento de Valencia en la convocatoria de PACMA que se ha realizado también en diferentes ciudades de España por la retirada de la enmienda de la vergüenza que quiere excluir a los perros de caza que precisamente necesitan más protección al ser los más maltratados y abandonados.
El Partido Animalista PACMA ha anunciado que se concentrará el próximo domingo 8 de enero en un total de 24 ciudades españolas tras conocer el pasado 22 de diciembre la aprobación de la enmienda del PSOE que excluirá a los perros de caza de la futura Ley de Protección Animal.
Cuando creces y te educas en una casa donde la caza es pasatiempo, satisfacción y arrogancia pasan estas cosas. Lo hemos visto tantas veces que la ceguera moral de ciertos políticos (la mayoría) para permitir rifles y escopetas en manos de personajes violentos les convierte en cómplices de los innumerables muertos que el mundo de la caza va dejando.
En 2021 las protectoras recogieron alrededor de 168.000 perros. Cada año, la caza se sitúa entre los tres principales motivos de abandono en España. En 2021, fue el segundo motivo de abandono (13%), según indica el Estudio ‘Él Nunca lo Haría’ de la Fundación Affinity.
Cuando el mundo de la caza pertrechado con sus herramientas, sean rifles adquiridos en armerías o perros comprados a criadores, se suma a esas reivindicaciones de apoyo a la España Vaciada del mismo modo que un proxeneta podría hacerlo a la defensa del pequeño comercio, ¿incluirán en ellas las ramas de árboles españoles donde los ahorcan cuando les son inservibles?
Dos cazadores, padre e hijo, disparaban en un camino junto a unas viviendas en Casarrubios del Monte. Un vecino les recriminó y el escopetero más joven le golpeó con la culata de su arma en la cara (ha perdido un ojo), encañonando después al herido y a su hijo mientras les amenazaba de muerte.
Asegura un cazador que ellos no se meten con nadie. Es decir, que todas las personas que matan o hieren en "accidentes", todos los animales a los que disparan y acuchillan en sus "lances", todos los perros "inservibles" para cazar que abandonan o liquidan, son nadie para ellos. Y usted, sr. Luis Planas Puchades, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, pide cuidar la caza asegurando que es un deporte como el fútbol.
Rompe el alma escuchar a niños decir que sus padres les pegan lo normal, pero no lo hace menos verles jugar con rifles o sonreír orgullosos junto al corcito al que acaban de reventarle las entrañas de un disparo. O de varios. Los niños no son propiedad de sus padres y educarlos en el uso de las armas o en el matar por pasatiempo debe tipificarse como delito.
- 300 millones de animales reventados a disparos y cuchilladas.
- 500 cadáveres de personas.
- 35.000 humanos heridos.
Manuel debería entretenerse con juguetes y no hacerlo entre armas, debería aprender que las vidas se respetan y no que matar es algo divertido. En cambio su padre, que guarda escopetas y cuchillos de caza en la misma casa donde se cría Manuel y que le enseña a sonreír cuando acaba con vidas ajenas, publica orgulloso esta imagen en Club de Caza (sin pixelarla, que eso ha sido cosa mía). ¡Qué tristeza!
En el post aparecen sus nombres, los mensajes son públicos y por lo tanto constituye una prueba, así que sus autores se pueden identificar y son imputables, sin embargo mientras en este país te sigue cayendo una condena por alegrarte de la cornada que un toro que está siendo torturado le propina en defensa propia (eximente legítimo) a un torero, estos escopeteros pueden animar al asesinato con absoluta impunidad.
Estos fotogramas pertenecen a un vídeo rodado durante una montería. El cazador que se está más alejado observa que un jabalí cruza y dispara. Falla el tiro, el proyectil da contra el suelo y sale rebotado hacia los puestos donde se encuentran otros escopeteros pasándoles al lado. En la grabación se puede escuchar cómo silba junto a ellos, pero al final todavía se oye algo más aterrador: carcajadas.
El domingo pasado ha habido dos nuevos muertos humanos por la caza (animales se contabilizan por cientos de miles), y en la fotografía aparece la noticia publicada de uno de los casos, el de Girona.La mayor parte de los medios de comunicación y también las instancias oficiales, la policía o el juzgado entre otras, hablan de "muertes accidentales" en estas situaciones, y me gustaría hacer un repaso a algunos términos en el diccionario de la RAE.ACCIDENTE: Suceso eventual o acción de que resulta daño involuntario para las personas o las cosas.Vale, asumo que el cazador no sale al monte con la intención de meterle un proyectil en el cráneo a otro escopetero o a un paseante y en ese sentido su acto es involuntario, pero sí lo hace con la de matar a un animal, por lo tanto su voluntad es disparar a un ser vivo y no puede haber un eximente sino como mucho un atenuante en el hecho de equivocarse, del mismo modo que la ley no exculpa a un conductor que ha tomado medicamentos que le producen somnolencia, se duerme al volante, provoca una colisión y muere alguien en ella.
No resulta sencillo dar pábulo, así como así y por las buenas, a un titular de supina extravagancia como el que subtitula estas líneas, máxime aun cuando la tribuna desde la cual su original ve la luz por vez primera resulta ser, cómo no, Internet.
|