| ||||||||||||||||||||||
Lo cierto es, señores, que no sabemos si, debido a que el mundo está padeciendo una falta de políticos capacitados, si los ciudadanos de las nuevas generaciones han decidido desentenderse de los grandes problemas a los que debe enfrentarse la humanidad o si es que estos tiempos de inseguridades, de falta de confianza en el porvenir, se van a convertir en una situación endémica de la que no vamos a poder librarnos y estaremos condenados a aprender a convivir con ellos.
Sin duda alguna la humanidad ha entrado en una fase que difícilmente puede llevarnos al optimismo respecto a un futuro que se nos anticipa como un conjunto de abracadabrantes situaciones, ninguna de las cuales positivas. Son múltiples las cuestiones que están actuando sobre nuestra nación que nos hacen creer que puede llegar, a no tardar, un momento en el que todo lo que habíamos conseguido avanzar en años anteriores se pierda, a causa de la mala gestión de los gobernantes.
Es sugerente que, los gobernantes del orbe, de la mejor manera posible presten debida atención en la medida de sus posibilidades, mientras su tiempo continúe atravesando, para ir logrando el sentimiento de paz, tranquilidad, amor y esperanza para su comunidad. Mientras esto suceda, por supuesto, la presentación de la realidad a los pies del amo y sabio pueblo, todo será mejor.
Los trepas que acceden a los cargos políticos de forma torticera, terminan convirtiéndose en miserables buscadores del enriquecimiento propio, así lo demuestra cierto partido político cuyos miembros dicen ser «hombres de honor», curiosa la coincidencia con el significado de «Mafia».
El circo político militar, de saco y corbata ensamblado en las entrañas de la humanidad, por las potencias, imperios mundiales de EE.UU., China, Rusia, la OTAN, y etcéteras, es una payasada. Sólo amenazas son y despliegues militares de aquí y por allá, eso es exhibicionismo.
La política exterior del Paraguay, que comenzó con la difícil tarea de recomponer las relaciones del país con los demás Estados del Mercosur y asegurar el apoyo político de los estados miembros de Unasur después de la destitución de Fernando Lugo el 22 de junio del 2012 (que fue interpretado por los países de la región como un quiebre institucional propiciado por el Congreso Nacional), ocupó buena parte de la tarea del Ministerio de Relaciones Exteriores.
No parece que hayamos iniciado el año con buen pie. Una vez agotada la atención de los medios de comunicación en el volcán de la isla de La Palma y en los graves perjuicios que su larga actividad ha originado en las viviendas, colegios, plataneras o en la vida de sus habitantes, se ha producido un apagón informativo y el volcán ha dejado de existir.
Les tuve que contar la historia, esa es la misión. Veamos. Los hermafroditas siempre son capaces de reproducirse, mientras que algunos intersexuales no siempre son capaces de reproducirse y pueden ser infértiles. El coronavirus es hermafrodita, se reproduce por si solo, y se presume, que, desafortunadamente nunca va a desaparecer, es pariente (s) del espíritu y la muerte. El coronavirus se entierra solo.
Sin duda alguna, en España, tenemos la rara y desagradable costumbre de tirarnos piedras sobre nuestro propio tejado. Lo hemos hecho cada vez que hemos tenido la ocasión de mejorar nuestra situación nacional e internacional. Ya lo hicimos cuando el descubrimiento de América con las grandes remesas de oro que íbamos recibiendo del nuevo continente, malgastadas por nuestros reyes en cruentas e innecesarias guerras con nuestros países vecinos.
Me pongo en el ordenador a escribir mi artículo semanal, el 6 de diciembre, 43 aniversario de la Constitución Española que se aprobó ilusionadamente por los españoles que pensamos que con ella entraríamos en un periodo de normalidad democrática, después de las vicisitudes que a lo largo del siglo XIX y hasta 1931, tuvieron todos los intentos constitucionales y el periodo de gobierno personal del General Franco desde 1939 a su fallecimiento el 20 de noviembre de 1975.
No, amigo lector, no me he confundido; no he querido decir “la Memoria Histórica” y sí La Memoria Histriónica, pergeñada por dos obscenos histriones. Antes de continuar, quiero recordarles que un histrión, según acabo de leer, “es un ser que teatraliza las emociones con cambios emocionales bruscos.
Las cadenas de televisión, que están todas en las mismas manos, nos repiten cada día las mismas noticias, imágenes y comentarios de lo que pasa o de lo que puede pasar. Parece que hay un decidido interés en tenernos asustados con lo que pasa y lo que puede pasar con nuestra economía y nuestro planeta.
Antes de que el actual Parlamento peruano cumpla sus primeros 3 meses, la encuestadora Datum ha dado un dato bomba. El mismo jueves 21 en que se publicaba oficialmente la nueva ley aprobada por el Legislativo para limitar inconstitucionalmente la función presidencial, esta empresa de opinión pública publicó su último sondeo, según el cual apenas el 21% de los encuestados apoyan al Congreso mientras que el 71% le rechaza y el restante 8% no opina.
El fanatismo se viste de miles formas: de saco y corbata, de obrero, de campesino, y etc., y se realiza en muchos subterfugios solapados, y eso es peligroso en estos tiempos modernos. No. Hay que estar coqueteando, pues una crisis de fanatismo político, ninguna sociedad la soporta, no aguantaría el peligro. Las consecuencias, serían desagradables para todos.
Parece que siempre ha existido la tendencia a que todas las naciones del mundo se rijan por las mismas leyes sin que tal cosa se haya conseguido nunca. Grecia, Roma o el celeste imperio lo intentaron una y otra vez. Claro que todos los unificadores que han existido han tratado de reservarse el mando sobre el grupo de naciones que de alguna forma pretendían unificar.
Muchas personas, muchas comunidades, muchos pueblos están acostumbrados a vivir bajo la tutela de “directores de orquesta”. No tiene nada de malo, siempre y cuando los “directores de orquesta” tengan en cuenta las característica individuales de cada miembro. ¿Dónde, pues, está el problema? En la elección de “director” o en la toma, por las bravas, de la “batuta”.
Ciertamente el hombre, como ser humano, poco tiene que desvelarnos sobre su condición, sus apetencias y sus propósitos. Esopo, escritor cuya existencia se inscribe entre la realidad y la tradición de la Grecia clásica del siglo V a. C., entre otras de las muchas enseñanzas que nos legó nos dejó una que podemos considerar como el paradigma de lo que somos las personas. Se trata de la fábula de la rana y el buey.
¿Tendrá este mundo arreglo o habrá que esperar al juicio final? ¿De qué escribir sino de Afganistán? Los sucesos del aeropuerto de Kabul, repetidos en todas las cadenas de televisión a todas horas han venido a sumarse a nuestra pandemia, la situación económica, la escasa actuación de nuestros gobernantes, la excesiva respuesta de Estados Unidos y la más que discreta de la Unión Europea.
¡No permitáis la destrucción del humilde, del sin voz, del desubicado! ¡Que los políticos y gobernantes cubran sus cuerpos con la sangre injusta y reflexionen!
Cualquier persona investida de una autoridad, de un poder, de un cargo, ya lo gane en unas elecciones, en un examen o en una prueba de acceso, nunca puede olvidar que su obligación es servir a los ciudadanos y en ningún caso disfrutar del cargo en su propio beneficio, enriquecerse con la prebenda obtenida o no hacer nada.
|