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Las presentes líneas tienen como objeto, modesto, seguir deslegitimando, desde la posibilidad de pensarlo como parte y consecuencia de una sociedad patriarcal opresiva, a la homofobia, en adelante, homo – odio. Homo odio porque, en realidad, la acepción de su término no puede ser más banal: simplemente, no se le puede imprimir a la sensación de odio la idea eufemista de opinión y/o fobia, es decir, miedo a la presencia de otro, en este caso, un otro homosexual, cuando en realidad se trata de una construcción en segmento que tiende a legitimar una idea opresiva y heredada. Vamos a desarrollar un poco más ésta idea de la construcción de un segmento.
Los ambientes inclusivos y respetuosos en las organizaciones, que valoran el talento sin importar la identidad, expresión de género y orientación sexual benefician a la innovación y la creatividad de las empresas, al mismo tiempo que mejoran los índices de productividad. Ésta es una de las conclusiones obtenidas en la jornada “Mujeres visibles y empoderadas en la empresa” organizada por REDI, Red Empresarial por la Diversidad e Inclusión LGBTI, en la sede de la CEOE. El evento se ha enmarcado en el Día de la Visibilidad Lésbica (26 de abril).
Por tanto, avances como el matrimonio entre personas del mismo sexo se convierte en el objetivo de las críticas del gobierno y de los predicadores, aprovechando así para establecer a los culpables lejos de casa y evitar problemas internos.La homofobia institucionalizada supone un peligro para la vida de los homosexuales, siendo víctimas de graves violaciones de sus derechos humanos que en muchas ocasiones tienen un desenlace trágico.
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