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Quisiera ser capaz, de agasajarte, como Tú te mereces, Madre mía; y poder expresarte, cada día, la alegría de mi alma al contemplarte. Mas reconozco, que no soy baluarte, desde donde cantar la alegoría, que explique porque a Ti Virgen María te eligió nuestro Dios para ensalzarte.
A ver qué hacés con tanto sol, mostrame que no solamente una vez amé en la vida. ¡Con lo que me gustaría estar en tus planes! Precisarme en diría la más precisa de las acepciones. Vos me definís (guión) definirías si te pienso fallezco si te siento. Si te cité será que clamo que viniste. Ya que es así, quedate para siempre. Ganas de decirte que tengo que te quiero. Ganas libres, la gana. Yo te bendigo atentamente. Ven, digo, a mí.
Suelen hablar las revistas literarias respecto a la literatura española del siglo XVI de temas y conceptos como novelas de caballerías, conceptismo, culteranismo, comedias de capa y espada, novelas pastoriles, entremeses, teatro de corral..., pero se olvidan muy a menudo de dos nombres, dos conceptos de gran importancia y profundidad dentro de la literatura religiosa de la época como son la ascética y la mística.
Porque si sintieras un poco menos igual serías capaz de hablar más, pero tus ojitos lloran en versos que crean constelaciones de poemas. Y me duele saber que no lo sabes, que cuando yo vaya al cielo les diré que no está completo, porque faltas tú, mi ángel.
Hay ocasiones en la vida, en las que nos asaltan las inquietudes. A veces, surgen como fuego y perturban nuestro entorno e incendian de todas las formas posibles aquello que nos aturde y nos deja con sensaciones convulsas sobre los caminos que vamos tomando en el andar diario.
Papá quiero escribir un libro lúbrico, obtuso, alucinado, un libro que falte no escribir, el más atroz, más mal no escrito, ni siquiera un poquito. Entré con dientes, pero no con todo me quedé afuera un poco. Yo nunca fui a la escuela, yo realmente nunca vendí diarios. Cuando yo medio no existía yo era demasiado yo para mí solo.
Los espasmos finales de la petite mort marcan la desconexión de este plano. La realidad se disuelve, y el amante se sumerge en un puente entre lo tangible y lo etéreo. Las formas se desvanecen en pulsos eléctricos, y la mente vaga hacia lo desconocido, cuestionando su verdadera esencia. ¿Es él mismo o alguien más en este espacio intermedio? La respuesta escapa, un susurro queda en el aire.
Hace un tiempo publiqué un texto con la compilación de canciones que se han compuesto, hasta la fecha, sobre mis letras y a partir de versos y/o poemas míos. Hoy, 3 de agosto de 2024, he puesto al día todo este material, que es diverso y rico, pero en algunas ocasiones muy escurridizo. Cuando una banda musical o un artista, cantautor, etc., desea convertir en canción un poema mío, me escriben y nos ponemos de acuerdo.
Confiscadas por Gauguin cinco bonitas esfinges sentadas de Oceanía no cesa de morir Cézanne, sobre la mesa viva de alcohólica naturaleza muerta con las cuatro estaciones arrojándose desde los tejados de Pissarro es incuestionablemente en el jardín donde desayunaremos con Monet...
Heidy Fajardo es maestra, terapeuta holística, poeta y actualmente estudiante universitaria de la carrera de psicología. Nació en San Pedro Sula (Honduras), misma ciudad en la que reside. Ha publicado el poemario «Burbujas» bajo el sello de la editorial “Atea” en el cual nos habla de distintos temas y actuaciones humanas: la defensa de la mujer y el fortalecimiento de sus derechos, el amor, el desamor y realidades sociales.
No es menos importante la distancia existente entre nosotros, siempre existirá algo que nos une. Las lunas, los soles, el calor, lluvia, los impases y pases de la vida y muchísimas más cosas y cosas de toda índole; ¿acaso se debe fingir que existen cosas? ¿o instrumentos de marfil o de rosas, o no sé qué?
El «Taller de introducción a la poesía» dio inicio con unas breves palabras que dio el poeta y fotógrafo Harvid Mejía a todos los presentes y luego se alejó del escenario para que los muchachos se quedarán conmigo; esperando que ellos encontraran en esa tarde, una forma de perforar sus miedos, conectar con su «yo poético» y conocer un poco más acerca de la poesía.
Esto es así porque sí… me expulsan los rayos, me estrenan canciones los enamorados, me condicionan la dulzura, me traicionan el alma, me culpan de culpable, me duele la piel...
No hay un solo resquicio libre en las majestuosas paredes de la bella casa colonial. En alguna escasa rendija, apenas se asoma el rosa mexicano deslavado que recubre el repello. Mientras su papá pinta la recepción de la amplia construcción, ella va y viene subiendo las escaleras con la sonrisa a flor de piel. Su alegría es tal que inunda todo el inmueble.
Una muchacha desocupada de París es cruzada por su ideal romántico un gato negro cruza por el rayo verde una flor amarilla cruza por el mediodía una dama de picas cruza por el mes de julio y por Julio Verne...
Han pasado dos años y medio desde que Jorge Larserna Vargas, nacido en 1948 en Oruro (Bolivia), dejó este mundo; pero su voz sigue viva en cada uno de sus versos. Laserna Vargas ha publicado tres poemarios a lo largo de su vida. Y me obsequió los tres libros con dedicatorias. Su poemario inicial se titula «Siguiendo huellas».
Mira, mira, ya se anuncia el tropel embaucador, afirmando que caminan, por trayecto agotador, cuando la verdad desnuda, es que viajan a motor y a la entrada de los pueblos montan la simulación.
Yo amo “la libertad”. Tener la posibilidad de volver a ser libre… no quiero perderla ya… Quiero ser feliz con cielo y tierra, tener la posibilidad de olvidarlo todo,
Los rayos del sol transforman lo gris en algo menos sombrío y lo claro en luminosidad. Una vez más, esta afirmación se confirma con el amarillento papel sobre la lápida de concreto frío; el haz de luz genera la ilusión de que se trata de hojas recientes, no de desgastada celulosa de contrabando.
Los siguientes dos poemas pertenecen al poemario «La Bella Revolución», de Ángel Padilla, editado en su edición definitiva, en 2024, por la editorial La Tortuga Búlgara.
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