Ayer, sentado en el parque, con Canela, mi perrita, rememorizaba algunas de las circunstancias que he vivido o, mejor dicho, que todos hemos vivido, estos pasados, algunos cercanos, otros un poco más lejanos.
Quiero plasmar en forma resumida, las ideas principales, que de una forma u otra han podido afectar a mi realidad actual.
Plasmadas, sin “teledirecciones intencionadas”, cada cual, si le interesa puede sacar sus propias conclusiones:
COVID 19 – Descontrol de las medidas personales durísimas; totalitarismo práctico; aprovechamientos económicos y, años y años, aun con la I.A. para clarificar los ABUSOS.
Aparición del MORALISMO A MEDIDA.
Las asociaciones “LABORALES” selectivas, modelo de MUTUALSMO ANIMAL.
Hemos ido ADECUANDO a DIOS
Los conventos comenzaron a vaciarse, físicamente o religiosamente, porque, primero, fueron vaciándose de HÁBITOS.
Sin conocer y mucho menos medir las consecuencias se dieron ALAS A LA INBFANCIA PARA VOLAR POR INTERNET.
La juventud, en pubertad madurando, fue desarrollándose sin principios contractados y perdida en la encrucijada de las “REDES SIN HUMANIDAD”
Los hombres fuimos perdiendo la esperanza de los años 76, herida de muerte como en el REJONEO. Para salvar la FE HERIDA DE MUERTE, misteriosamente se fueron cerrando los habitáculos religiosos, donde podíamos acudir a conversar, llorar y poder seguir esperando.
LA ESPERANZA HERIDA DE MUERTE
LA FE OCULTA EN EL SILENCIO DE LA NOCHE.
Me levanté del banco, porque el sol cada vez calentaba más; cogí a Canela, que había estando disfrutando, libre, porque siempre veía a su “AMITO”... es decir, TODAVÍA CONFIABA, ¡Que suerte!
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