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No esperábamos del BCE cambios de política ni modificaciones de las orientaciones escritas. Y eso es lo que hemos obtenido. También esperábamos un modesto retroceso en la valoración del mercado de un ciclo de recortes demasiado temprano y demasiado rápido. Y recibimos una respuesta más contundente, sobre todo tras la actuación moderada de la Reserva Federal el día anterior.
El BCE y el Banco de Inglaterra han continuado firmes, manteniendo un tono agresivo en sus últimas reuniones del año y resistiendo la tentación de seguir a la Reserva Federal en un giro pesimista. Una vez más, los bancos centrales europeos tardan en reaccionar. Hace dos años, retrasaron demasiado su lucha contra la alta inflación. Ahora, corren el riesgo de infligir el severo dolor de unos tipos restrictivos a sus economías, ya estancadas.
Después de más de dos años inmersos en una persistente crisis de inflación, España y otros países de su entorno aún no logran alcanzar la meta del 2 % establecida por el Banco Central Europeo. Esto implica una crisis de aumento en el costo de vida que ha impactado significativamente en la rutina diaria de los hogares, y cuyas repercusiones a medio y largo plazo empiezan a hacerse evidentes.
Según la agencia EFE, la gran Banca española (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja) habría obtenido en el primer semestre del 2023 un beneficio neto de 12.566 millones € (un 22% más que en el mismo período del 2022), gracias al oneroso aumento de las comisiones y de los intereses de los préstamos así como al incesante goteo de cierre de sucursales.
Dado el aumento de la incertidumbre, el Consejo de Gobierno del BCE debe estar bastante contento de que la última vez se telegrafiara una pausa en términos nada ambiguos tras una subida de 25 puntos básicos que parecía posiblemente la última de este ciclo. Es lógico que la reunión del Consejo sea lo menos agitada posible.
Son años complejos, hoy hablamos de la pandemia en tiempo pretérito, pero las evidentes consecuencias de vidas entregadas, además de las económicas, sociales y psicológicas continúan a la vista. Sin ir más lejos, por ejemplo, la escultura “El record de la terra” de Rosana Antolí mantiene vivos en la memoria a los que se han ido. Ahora bien, miremos levemente el panorama económico internacional para luego reparar en la situación española.
En los últimos tiempos, los fondos de cobertura han adoptado una postura cada vez más bajista en relación con el euro, justo antes de una decisión importante por parte del Banco Central Europeo (BCE). Los operadores especulativos han cambiado su posición neta de largos a cortos, mientras que los gestores de activos a largo plazo también han reducido sus posiciones netas largas.
El Banco Central Europeo (BCE) señaló la semana pasada que probablemente ya no subirá más los tipos de interés. Con la tasa de interés oficial en el 4,5%, y tras diez subidas, Alemania está en recesión y los PMI regionales indican contracción. Por su parte, el Banco de Inglaterra (BoE) está considerando una última subida, ya que el Reino Unido se enfrenta a una de las inflaciones más altas del mundo.
El BCE subió los tipos 25 puntos básicos al dar más importancia a la inflación que al crecimiento. Está claro que el BCE quiere acabar ya con las subidas, y los datos de crecimiento probablemente lo corroboren; sin embargo, aún quedan algunos obstáculos que superar de cara a finales de año, sobre todo en lo que se refiere a los precios de la energía.
Los datos de inflación vienen a confirmar lo que teníamos de forma adelantada. Al final vemos que la inflación se eleva hasta el 2,6% en agosto y la subyacente corrige una décima hasta el 6,1%. Esto no quiere que los precios no estén subiendo, sino que suben de forma más suave en el caso de la subyacente, mientras que la inflación general crece con más fuerza.
Semana importante para los mercados ante las grandes citas macro que afectarán, sin duda alguna, a las expectativas de los inversores. De un lado tenemos la inflación estadounidense y, de otro lado, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) como puntos destacados de la agenda.
Cierra un mes de agosto de suave tono bajista en los mercados bursátiles. Pequeñas caídas en los principales selectivos (2,78% para el eurostoxx50, 2,05% para el DAX30, 1,11% en el CAC40, 1,53% en el Nasdaq, 2,13% en el Dow Jones o 1,47% en el SP500). Resalta como nota discordante el IBEX35 del que no se puede decir que haya tenido un mes prolífico, pero sí que consigue cerrarlo en verde (0,18%).
La realidad nos presenta simultáneamente tres hechos clave de hoy en día. Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, afirma que seguirá subiendo los tipos de interés del dólar, incluso reconociendo que la economía estadounidense está teniendo un crecimiento sólido. El Banco Central Europeo (BCE) aplicará su elevación de los tipos de interés del euro en la Unión Europea (UE) aunque la economía alemana haya entrado en recesión.
Cualquiera que haya seguido el debate sobre si la inflación será transitoria o persistente sabe lo divididos que han estado incluso los consejos de los bancos centrales en sus evaluaciones. Se podría argumentar que el tiempo que se ha prolongado dicho debate es prueba suficiente de que la inflación es una compañera a largo plazo.
La divisa había estado fluctuando a lo largo de la semana, pero las perspectivas de que los tipos de interés alcancen un máximo inferior al 4% sin que haya señales claras de que la inflación subyacente tiende a la baja pesaron sobre la divisa, y el resto de divisas del G10 le siguieron a la baja frente al dólar.
Hoy nuevamente se ha producido una decisión del Banco Central Europeo muy perjudicial para las familias y empresas españolas. Se trata de la subida de los tipos de interés, una cuestión sobre la que ya nos habíamos manifestado en diferentes ocasiones en contra, en tanto que las subidas desproporcionadas del IPC se ha paralizado en España y no es necesario enfriar la economía tal y como se ha venido haciendo este año por parte del Banco Central Europeo.
Para el experto “la inflación está retrocediendo” y este hecho es “más evidente en EE. UU., donde la inflación general se redujo al 3 % en junio”. Señala que “si la Fed vuelve a subir los tipos en julio, los tipos de interés reales implícitos para el próximo año estarán muy por encima de los registrados en la última década.
La inflación española, medida por el IPCA interanual, se situó en junio en el +1,9%, frente al 2,6% del mes anterior. De este modo, España se convierte en el primer país en el que la inflación ha vuelto a un nivel coherente con el objetivo de inflación del BCE. Aunque este descenso de los precios es sin duda una buena noticia, varios factores siguen indicando que la lucha contra la inflación aún no ha terminado.
El dólar estadounidense ha protagonizado un pequeño repunte en las últimas seis semanas, catalizado por la demanda de refugio seguro en torno al drama del techo de deuda estadounidense y ampliado por las perspectivas de una Fed menos pesimista, con una inflación pegajosa y la subida del miércoles del Banco de Inglaterra. La sorpresa de la inflación en Europa y la recesión técnica frenaron las perspectivas del BCE.
Ante las últimas noticias respecto a que la presidenta del Banco Central Europeo ha señalado que la entidad debe subir más sus tipos de interés porque la inflación es muy elevada, desde ASESCON consideramos que una nueva subida sería un endurecimiento importantísimo para las familias españolas, en tanto que conllevaría un elevado pago de las hipotecas a la vez que influiría negativamente en la concesión de las nuevos préstamos hipotecarios.
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