| ||||||||||||||||||||||
El "Caso Begoña" o, como otros denominan, el "caso Sánchez", no es una serpiente de verano, como antiguamente sacaban los periodistas para que no decayesen las ventas. Es un hecho real, parecido al aloe vera. Esta planta, mientras más la investigan más propiedades le descubren. A ésta más embrollos o chanchullos le sacan.
En los laboratorios de la Fundación FAES, cuya cabeza visible sería el ínclito Aznar, se habrían cocinado las falsas informaciones y tergiversaciones contra Begoña Gómez y luego enviadas simultáneamente a toda la pléyade de web digitales derechistas surgidas exprofeso para defenestrar a Podemos, difundiendo bulos, medias verdades y tergiversaciones que luego tendrán su plasmación escrita en el diario El Mundo, convertido en portavoz oficioso del PP.
Cuando no se conocía el ADN, ni por asomo se sabía qué era ni en qué consistía, nuestros mayores, cuando una persona actuaba de una forma determinada, para hacer el bien o el mal, decían “fulanito es así, porque lo lleva en la masa de la sangre”. Era la transmisión por herencia genética que hoy todos conocemos.
Una vez más me pongo a escribir basándome en un refrán (para mí, indudable fuente de sabiduría) que recoge el gran “Diccionario temático de Refranes y Paremias” de mi gran amigo el profesor Rafael Martínez Segura. Y voy a hacerlo para opinar sobre un asunto de rabiosa actualidad, que espero merezca el respeto que yo tengo para otros, aunque sean discrepantes.
La imputada, Begoña Gómez, no sabe lo que es eso de enfrentarse en sala a un juez, un fiscal, abogados acusadores, abogado defensor, etc. Ha estado mimada y protegida hasta límites insospechados, tanto que se ha saltado cuantas líneas rojas ha encontrado. Pero debería saber que, si todo cerdo tiene su San Martín, todo mafioso acaba en la celda merecida tras sus corrompidas lágrimas de cocodrilo.
¿Quién se habrá creído que es este personaje malicioso y tramposo que presuntamente ha manipulado y vendido hasta programas y aplicaciones que no son suyas o ha puesto a su nombre lo que es de la Universidad Complutense? Da órdenes a la Justicia y trata al juez como si fuera un títere o su subordinado. ¿Se puede ser más ignorante y caradura? ¿Piensa devolver el dinero generado fraudulentamente al alumnado?
Nuestro idioma es tan rico en todos los aspectos, que posee un refrán, o dicho apropiado, casi para todos los momentos de la vida humana. En este caso es el que encabeza este escrito, que se lo podemos aplicar muy bien, a este príncipe de la mentira y rey del engaño, más conocido como Pedro Sánchez.
Y que España se vaya a… Aquí interviene la ministra vicepresidenta 2ª del gobierno de D. Conflictos. Quien cuenta en España es una tal B. Gómez, ella es España, ella es institución nacional; todo lo demás no cuenta, no vale, no importa; importa la institución, la española.
Por si todavía alguien da crédito al contenido de la “Primera epístola de Sánchez a la Ciudadanía”, voy a sacarle de dudas. Como saben, la susodicha carta, de fecha 25 de abril, que parece estar escrita por un torpe tuitero, el habitante de La Moncloa se queja de que, tanto el pueblo español, como la oposición, en uso de su libertad y legitimidad, critiquen las torpes decisiones de él y su gobierno, apoyados por los enemigos de España.
Es un oficio del que ya se habla en la Biblia, eran mujeres que, tras la muerte de una persona, las contrataban para que manifestasen el dolor de todos los familiares del recién fallecido, por ello se pasaban días llorando y lamentándose por la desaparición de la persona querida.
Cada vez que escribe una carta el tal Pedro Sánchez –mentiroso y fraudulento donde los haya– demuestra que su azotea no funciona bien: desprecia a la ciudadanía y demuestra características de psicópata, en palabras de Rosa Díez y Díaz Ayuso. Le salió bien la primera carta y cree que todas surtirán el mismo efecto: en Europa ya es el hazmerreír y está apartado de todos los círculos de poder y decisiones.
Mucho se está comentando en los últimos tiempos sobre el excesivo movimiento epistolar (¡es que son dos cartas, dicen!) del analfabeto que habita en la Moncloa. Pues fíjese amigo lector, a mí me parecen pocas; claro que yo nací en 1935 y entonces era moneda tan corriente escribir que se hacía sin faltas de ortografía y con una sintaxis exquisita, extremos de los que adolecen las cartas de este romeo de pacotilla, escritas los días 25 de abril y 4 de junio.
Pedro Sánchez se habría despertado con un inesperado cisne negro que amenazaba seriamente su estancia en la Moncloa. El término “cisne negro” designa a un acontecimiento inesperado e impredecible que produce consecuencias a gran escala y que es explicable solamente a posteriori y en el caso de Sánchez, ese cisne negro habría adoptado la forma de una denuncia del seudo sindicato Manos Limpias contra la mujer de Sánchez por "presunto tráfico de influencias".
Tal y como Vd, me ha pedido, Sr Sánchez, me he tomado un poco de tiempo para leer (no solo una vez), el contenido de la carta pública que nos ha enviado a todos los españoles el pasado miércoles. Le confieso que más que su contenido, nada atractivo desde el punto de vista literario y de escaso valor político, me interesaba conocer las razones de su insólita decisión de trasladar a los españoles sus dudas existenciales sobre su futuro personal y político.
La campaña de descrédito contra la buena imagen y el honor del presidente del gobierno se ha desatado, de una forma virulenta, estos últimos días y semanas. Parece que se quiere lograr mediante descalificaciones el acoso y derribo de Pedro Sánchez. Según distintos medios de comunicación el inicio de una investigación judicial contra la esposa de Sánchez es un disparate, ya que no existen indicios suficientes para la misma.
A quienes estamos convencidos de la iniquidad intrínseca de Sánchez, no nos va a confundir la supuesta “carta de amor” de este cateto personaje a su Begoña amada, redactada de su “puño y letra” (con sus tradicionales errores y faltas gramaticales) y exceso de egolatría.
Titulares post-carta: ABC: “La carta exigía consulta previa con el Jefe del Estado”. La Razón: “Perro no come Sánchez”. Ok diario: “El felón gana tiempo aunque cada vez sale peor en las fotos”. Losantos: “Hace falta este fin de semana para armar a los soviets”. COPE: "Lawfaré, lawfaré y a Pedro derribaré"...
Según Wikipedia.org, en la Antigua Atenas un sicofante o sicofanta era un denunciante profesional que cobraba del interesado por presentar la denuncia en su lugar. Eran conocidos y temidos por las personas honradas que siempre podían verse envueltas en una denuncia falsa y, a pesar de las fuertes multas que recaían sobre los falsos delatores, los sicofantes llevaban a menudo carreras bastante lucrativas.
Este es el truco, ardid y añagaza de la que se valen algunos niños caprichosos, cuando no consiguen lo que quieren. Ante esta amenaza, que solo es un farol, los familiares, abuelos, padres y algún que otro pariente, muerden el anzuelo aun sabiéndolo, y corren solícitos, obsequiosos y, apresuradamente le proporcionan al niño lo que desea.
Tras conocer por la prensa que un juzgado ha abierto diligencias de investigación por una denuncia contra su esposa, el presidente del Gobierno ha publicado una carta abierta dirigida a la ciudadanía en el antiguo Twitter, en la que afirma que: "Vive con impotencia el fango que se esparce sobre su mujer", y se pregunta si debe continuar o renunciar, motivo por el cual cancela su agenda, y se da de plazo hasta el próximo lunes, para meditar su futuro.
|