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Hay en muchas tradiciones religiosas y espirituales la creencia de que los ángeles actúan como guías o mensajeros divinos, proporcionando consuelo y apoyo durante momentos cruciales como la transición hacia la muerte. En la tradición cristiana, los ángeles son mensajeros de Dios y pueden desempeñar un papel importante en momentos significativos de la vida, incluyendo la muerte: brindan acompañamiento espiritual y consuelo, y guían el alma hacia la paz.
Los monjes trapenses eligieron como lema de su Orden «Memento mori»: recuerda que morirás. Pero podemos reflexionar sobre la muerte desde el punto de vista de la experiencia vital, que nos sirve para vivir bien; o bien desde la esperanza de salvación, que nos sirve para vivir felices con esa perspectiva de que pasaremos a una situación mejor.
¿Se ha parado el lector a reflexionar porque el respeto de los hijos hacia los padresdesparece, la violencia contra la mujer se extiendecomo un mancha de aceite, la violencia sexual infantil y adolescente sea estremecedora, la pederastia, especialmente la eclesiástica sea horripilante, los robos y los engaños se multipliquen, la opresión de los poderosos sobre los débiles no tiene frontera, la justicia de la justicia sea escandalosa?
En nuestra interioridad más profunda, espiritualmente, el duelo toca hondo. Aparecen preguntas, sobre a dónde va a quien queríamos y que nos ha dejado, cómo y de qué modo volveremos a encontrarnos con él, con ella. Hay unas fases de ese duelo, primero de caída y luego de resurrección en los sentimientos: un resurgir más tarde, cuando podemos llegar a sentir la presencia de quien nos dejó, algo así como un ángel que nos cuida.
Cuando se encuentra un sentido al sufrimiento, ya se deja de sufrir desde el alma. Con la paz y armonía en el nivel más profundo del ser, el alma experimenta un estado que trasciende el sufrimiento. No me refiero aquí al dolor físico, que hay que procurar quitar, sino a ese pesar causado por algo que nos desagrada.
Las experiencias místicas cercanas a la muerte (NDE, por sus siglas en inglés) son fenómenos en los que las personas informan haber tenido experiencias notables y trascendentales mientras están al borde de la muerte clínica o durante situaciones de trauma extremo. La historia de Anita Moorjani es significativa: fue diagnosticada con cáncer terminal en 2002 y experimentó un deterioro rápido de su salud.
Algunas personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte (ECM) cuentan experiencias subjetivas como la sensación de salir del cuerpo, atravesar un túnel, encontrarse con seres de luz y, a veces, la revisión de eventos significativos de la vida: ver la vida entera como en una película.
Elisabeth Kubler-Ross, gran experta en humanidad en el tema del dolor y la muerte, que acompañó en los momentos de morir a más de 20.000 personas, se preocupó por esos enfermos: “a lo largo de mi vida he soñado en un futuro en el que la medicina verá las personas en su conjunto y tendrá cuidado de todas sus necesidades”.
Tenemos este cuerpo pero no somos este cuerpo. El “cuerpo objeto” es pobre, y la “corporalidad animada” es lo que somos, con una libertad interior, que se mueve ahora en el espacio, que es cuerpo de luz, esencializado… y eso es lo que los moribundos ven, que las percepciones de espacio-tiempo cambian, que hay algo invisible a nuestros ojos y que ellos ya ven.
Pienso que es una necesidad urgente que nos paremos a reflexionar sobre este texto que forma parte de la entrevista que Ima Sanchís le hizo al ensayista Amador Fernández-Sabater: “Sí, existe una disputa para atraer nuestra atención. Hoy es para la economía y la política, nuestra atención es el bien principal… La libertad es ir más allá de las opciones que hay y ser capaces de conquistar alguna cosa que no es…"
Sentí encontrarme en la antesala de ese lugar de fe, que llamamos cielo. Éramos cinco personas, la media de edad 77 años. El Hermano Rafael, San Rafael Arnaiz Barón, nos acompañó durante la misa con todos los Hermanos Trapenses... Una espiritualidad sencilla, silenciosa y llena de Dios, nos envolvió. La acogida fue lo más parecida a una familia.
Al tiempo de pensaren la partida, ahondasin temor en el pasado; y si otrora obraste equivocado tu súplica será bien acogida.
Alquilé un piso a un hermano y nada hice, sólo abrí la puerta para que lo viesen y se lo quedaron. Con la crisis encima, acepté su invitación a comer para agradecerme mi éxito en el alquiler, nos bajaron el sueldo y la paga de diciembre será un 30% menor. Esta es la cometa de arena contra la que no se puede luchar.
Durante la inauguración de la iluminación para la Navidad de la ciudad de Vigo, su exultante regidor Abel Caballero desveló que desde la Estación Espacial Internacional se observaba la poderosa luminosidad que proyectaba y que sus tripulantes “estaban deslumbrados porque la luz de la Navidad ocupaba todo el espacio”.
La impotencia ante los desafíos diarios causa la enfermedad mental. “El Plan Nacional de Salud Mental dispondrá de 100 millones y un teléfono 24 horas”. “Sánchez admite el deterioro de la población debido a la Covid-19 y anuncia nuevas medidas. La Covid-19 ha creado una pandemia paralela que afecta a la salud mental”. La Covid-10 la provocan los virus. La enfermedad mental el pecado.
El Roto tiene viñetas muy interesantes que hacen diana en cuestiones cruciales de nuestra sociedad. Un hombre bien vestido, sentado en un peldaño de una escalera lujosa, piensa: “Mi currículum es auténtico, lo que es falsa es mi vida”. Esta reflexión llega al corazón de la situación política actual en que se ha puesto de moda el anhelo de la “titolitis”.
Daniel Verdú entrevista a Gianni Vattimo, filosofo considerado como “el último gran pensador italiano”. El periodista le dice: ¿La idea de morir le permite encontrarse con los compañeros de su vida? Respuesta. “Lo espero moderadamente. Morir me sabe mal por el gato y por algún amigo.
La muerte por ser un hecho tan común que nos afecta a todos está presente cada día en las noticias. Las muertes se incrementan en las carreteras y las autoridades competentes diseñan campañas dramatizando la muerte para concienciar a los conductores que deben extremar la prudencia.
El oleaje de opresiones actuales no cesa en ninguna parte del planeta, y lo peor de todo, es que cada cual hereda por principio, continuar encadenado a ser cautivo de uno mismo; tanto es así, que actualmente, más de cuarenta millones de personas viven en la esclavitud.
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