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Viendo lo que ha acontecido y acontece, creo que es urgente un plan de saneamiento ideológico en Catalunya y en muchos rincones de España. ¿Qué hay que hacer para ello? Voluntad política y creer en unos mínimos principios democráticos, unos principios que no son patrimonio de la izquierda, como nos quieren hacer ver.
Desde la ingenuidad consciente de sí misma, queremos aportar algunas ideas troncales de carácter muy general que bien pudieran servir de base no dogmática para futuras discusiones de un programa común de izquierdas a escala mundial.
Siempre he pensado que la izquierda manipula todo lo referente a las políticas sobre la mujer. Es histórico que la izquierda vende que las mujeres son discriminadas en el ámbito laboral y que domésticamente están atadas al hombre. También afirma esta inútil izquierda que sólo con las mujeres puede haber una gran transformación socioeconómica.
Decía Franklin D. Roosevelt, presidente de Estados Unidos de 1933 a 1945: «en política, nada sucede por accidente. Si sucede, puede apostar a que fue planeado de esa manera». La significativa victoria que acaba de obtener en Turingia (Alemania) no es casualidad, como tampoco es un accidente que, en conjunto, sea la segunda fuerza del Parlamento Europeo y su influencia aumente en todo el planeta.
El periodismo vive malos tiempos... ¿cuál es la razón? Es fácil la deducción : en vez de informar, se dedica a opinar. Puede ser entendible hasta cierto punto, ya que el periodista también tiene ideología. El otro día leí que algún que otro “profesional de la información” practica en su trabajo diario un activismo mercenario, y sí, está afirmación es cierta en según qué medios de comunicación afines a la izquierda política y al bando separatista.
Dicen que durante la dictadura franquista las Universidades eran espacios de libertad, espacios de otros pensamientos, unos espacios de reuniones clandestinas... Dicen que en las Universidades se luchaba por las libertades y la democracia, y no lo niego. Entraban en el campus de la Universidad los grises, y sí, entraban a repartir a diestro y siniestro.
Hace unos días critiqué en un artículo que dirigentes del PSOE hicieran política sin principios, dando por bueno un acuerdo con privilegios de financiación para Cataluña que pocos días antes habían considerado inaceptable. Hoy quiero criticar la posición de Josep Vendrell que presumo es la mayoritaria de Sumar, pues la expone en El País como responsable de Modelo Territorial y Plurinacionalidad de Movimiento Sumar.
Continuando con mi columna de ayer deseo exponer lo siguiente: Desde su posición de poder legal pero ilegítimo, las izquierdas quieren mantener leyes retrógradas e insultantes para los españoles, y un ejemplo de ello es la “horripilante” Ley de Memoria Democrática, referida ayer en mi columna, cuyo precedente fue la “horrenda” Ley de Memoria Histórica.
Constantemente se ve el lado más inhumano de la izquierda política: esta izquierda habla de tortura, persecución y asesinato durante la Guerra Civil y durante el franquismo. Se observan en los medios de comunicación de la izquierda las risas de la “no verdad”, de la justicia para unos pero para otros no, y la reparación solo para uno de los bandos.
Lo cierto es que siempre hay alguna incompetencia o algún desfase dentro de casi todas las formaciones políticas, un desfase que no satisface al afiliado o militante del partido. Por ello, en ocasiones, se hace imprescindible el cambio de nombres dentro de la organización : es importante para regenerar la tan atacada política. Para llevar a cabo este tipo de cambios son imprescindibles sustitutos eficientes y formados...
Esta Barcelona ya no la conocen los lugareños más antiguos del lugar. Me explico: mi mujer, Eva, acude a Barcelona día sí y día no por circunstancias personales y, como es normal, nos comunicamos mediante el móvil para ver si ha llegado bien. Hasta aquí todo correcto, pero no hay día que cuando va a coger el metro suburbano de la ciudad condal no haya alguna incidencia.
Ya hace décadas que la educación, la enseñanza, ha dejado de ser aprender las “cuatro reglas”. Desde hace años todo es más amplio y más complejo, ya que desde la tendencia conservadora, por ejemplo desde la ideología de Vox, no se habla solo de enseñar, se habla de educar: educar es un concepto amplio, que incluye contenidos, pero con valores.
Para empezar: ¿orgullo por ser iguales, por ser diferentes, por todo lo contrario? Para el diccionario orgullo es: “arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas”.
Se quiere reducir la jornada laboral y, claro, los sindicatos corruptos y tradicionales de siempre, es decir, CC.OO. y UGT, aliándose con un Ministerio de Trabajo de extrema izquierda, están muy satisfechos para que se lleve a cabo esta perjudicial reducción de jornada laboral. ¿Están de acuerdo los propietarios de establecimientos hosteleros? Por supuesto que no. ¿Están de acuerdo las empresas dedicadas al comercio? Ni mucho menos.
“Me llamo Jean Luc Mélenchon, nací el 19 de agosto de 1951 en Tánger. No he heredado un castillo ni un partido político de mi padre. No tengo coche ni chófer. No he empleado a ningún miembro de mi familia y ninguno de mis consejeros tiene una cuenta en Suiza". Así se definía el referente de la izquierda democrática francesa en su propio sitio electrónico, en la previa de las elecciones de 2018. El mismo que el domingo pasado acaba de imponerse en los comicios generales galos.
Desde el siglo XIX la clase dominante francesa -con objetivos imperialistas- inventó y difundió que “África empezaba al sur de los Pirineos”, en un ataque pérfido al combativo pueblo español como si fuéramos una población atrasada democráticamente y sin civilizar. Aunque, en verdad, Napoleón tuvo que irse con el rabo entre las piernas.
Decía Muñoz Molina en su libro 'Todo lo que era sólido' «que los nacionalistas vivan subyugados por las mitologías patrióticas de origen y por la obsesión de la pureza es comprensible. Que la izquierda no solo las apoye, en cuanto se le presenta la ocasión, sino que además los imite en cada uno de sus devaneos y se esfuerce en ir todavía más lejos es un enigma que, por cansancio, ya he renunciado a explicarme».
Parece como si la sinarquía económica dominante empezara a replantearse su estrategia política. Hasta ahora, para animar su producto estrella, los artífices de la globalización otorgaban sus favores a los que se dice que ocupan un lado del espectro político, conocido como la izquierda, dada su generosidad y desprendimiento, pero, a la vista de los acontecimientos, pretende cambiar de tercio y sacar a la escena gobernante a los del otro lado.
He recibido diferentes comentarios sobre mi artículo anterior en el que analizaba la responsabilidad de la izquierda en el ascenso de la extrema derecha. Algunos de ellos, no publicados en la web, me dicen que soy demasiado crítico diciendo que la izquierda ha perdido identidad como defensora de valores universales. Para tratar de explicar mejor lo que quería decir, voy a desarrollar el ejemplo que mencionaba en el anterior artículo.
Más allá de la polarización actual y del mal gusto en las faltas de respeto, me gustaría subrayar que en la historia reciente de España, el socialismo ha tenido una presencia significativa en el gobierno, lo cual ha llevado a diversas interpretaciones sobre las razones detrás de su éxito electoral.
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