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Me atrevo a redactar estas líneas cuando parece que se han calmado los ánimos tras las pasadas elecciones madrileñas y cuando estamos a punto de entrar en un nuevo espacio de libertad tras haber dejado atrás el Estado de Alarma. Y mire usted por dónde me ha salido espontáneamente la palabra “libertad” que es el término al que pienso dedicar mi comentario.
Recuerdo como si hubiera sido ayer aquel decreto emitido a través de todos los medios de comunicación en el que se nos confinaba sine die. No nos imaginábamos entonces la repercusión que iba a tener en nuestras vidas esta “nueva normalidad” y el largo plazo de duración de la misma.
Isabel Díaz Ayudo arrasó en Madrid, cierto. No iba de libertad ni de fascismo, es posible. Iba de que querían acabar con la pandemia, incluso negándola, seguro. Iba de que querían terrazas abiertas y que la economía de la comunidad no se destruyera por la pandemia, muy loable.
Parecía que íbamos por un camino más o menos aceptable, pero, como aquellos cocidos de pueblo que se hacían lentamente, al calor de la cocina de paja, la sociedad ha ido generando determinadas ideologías (esas que llaman “interesadas”), que al igual que aquel cocido, sin darnos cuenta, han ido penetrando en la esfera social.
La sequedad mental, no es el paso previo a la indiferencia. La anulación del individuo, SÍ que es el "canal" necesario para la aparición de la "indiferencia", como Pandemia Social.
Hoy este rincón lo destino a hablar de un libro. Mi fascinación por él viene acompañada por la sorpresa, la de ser la primera obra de alguien que lleva toda la vida teniendo mucho que contar, y que al parecer siempre supo como hacerlo. Hay algo de fascinante en muchas operas primas, pero sin duda lo que más es la existencia en ellas de un estilo tan personal que parece más propio de una obra de madurez, de esas en las cuales los autores compendian su carrera cuando quieren resumírsela a los iniciados.
Ética, como parte de una de las asignaturas más importantes del mapa educativo, la Filosofía. Eran tiempos en los que se enseñaba Filosofía, reconociendo que era una asignatura con mucha transcendencia en el desarrollo personal, al tiempo que también era una de las asignaturas que se atragantaba por el exceso del “teoricismo”.
La España de la Autonomías está en declive, no por el sistema en sí, sino porque para que funcione un “semi federalismo” hay que ser primero RESPONSABLES, segundo MUY ESTRICTOS CON EL CAPITAL DE TODOS y tercero TENER SENTIMIENTOS DE NACIÓN y DE ESTADOS.
La sequedad mental, no es el paso previo a la indiferencia.
La vida es tan breve y pasajera que en realidad es una pizca de la existencia planetaria y casi nada en el Universo, por ello, para poder aproximarnos un poco más a todo lo que nos rodea, inclusive, a nosotros mismos, tenemos que echar mano de vías como la escritura.
Con la reciente iniciativa de conformar la Cátedra Azril Bacal al seno del Círculo de Escritores Sabersinfin, se pone la semilla para generar un espacio fraterno de análisis, diálogo e intercambio artístico de acuerdo a los principios de la cultura de paz.
Nada de lo que estamos viviendo y soportando los españoles durante estos ya largos meses de pandemia sigue las reglas de la lógica y de la razón: un virus extraño y desconocido que ha cambiado de raíz nuestros usos, costumbres e incluso nuestros hábitos sociales, culturales o religiosos; un vertiginoso derrumbe de nuestra economía que ha originado ya una peligrosa caída del 18,5 % del PIB durante el segundo trimestre de este año.
Tener la posibilidad de volver a ser libre… no quiero perderla… quiero ser feliz con cielo y tierra, tener la posibilidad de olvidar lo malo, de empezar de cero, que falta me hace,,, tener la posibilidad de olvidarlo todo, no comentarlo, en un rincón del mundo, olvidarlo.
En Techirrén Dufhert”…
Cabo Chimanfurell oeste, en Puygartiwers.Ya nos diría Lefebvre que las sociedades producto del capitalismo avanzado generaban una falsa sensación de libertad y de tiempo de ocio que no era sino un modo más de alienación. Lipovetsky, corrido el tiempo, certificaba el aupado de un capitalismo de consumo que ha venido a relevar al productivo. Un capitalismo que solo vive el presente, hedonista, buscador meramente de diversión, una diversión que ejerce como velo que trata de ocultar todo asomo de sufrimiento o tornarlo show.
“Podemos perdonar fácilmente a un niño que teme a la oscuridad; pero la real tragedia de la vida es cuando los adultos temen a la luz” Esta conocida frase de Platón enmarca fielmente el silencio aterrador que hoy ensombrece el mundo exterior del hombre, sumido y atemorizado en las tinieblas de lo incierto y desconocido.
Pues como afirman San Jerónimo y San Bernardo, es difícil saber quién es más perjudicial: el que infama o el que oye al infamante; porque no habría quien infamase, sino hubiera quien oyese a los que quitan la fama"; y continúa hablando de chismosos y correveidiles..., que tanto abundan hoy, por desgracia, gracias a los impresionantes avances técnicos.Mi gran deseo –utópico- es que cada uno defienda sus creencias y opiniones con libertad, pero también con máximo respeto a quien piense lo contrario.
Así somos tantas veces de parciales o pillos, según se vea.Para subir el salario mínimo, se compara con el que se recibe en otros países europeos, y me parece bien ese estudio comparativo, para ir mejorando según se pueda en nuestra economía.Sin embargo, llega el momento de la eutanasia y no se menciona –mejor dicho, se esconde– que sólo está aprobada en tres países europeos, los del Benelux, y con experiencias muy desagradables en algunos casos.
Ambos tribunales estarían controlados por los jueces integrantes del llamado “clan de los políticos” en palabras del ex-Presidente de Sala del TS, Ramón Trillo, descollando la Presidenta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Concepción Espejel, condecorada en su día por la Presidenta del PP de Castilla la Mancha, María Dolores de Cospedal y recusada sin éxito por las defensas de los chavales de Altsasu.La Audiencia Nacional y los chavales de AltsasuDicha Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó en su día a los jóvenes de Altsasu a penas que oscilaban entre los 2 y los 13 años por un delito de odio y lesiones tras un altercado con dos miembros de la Guardia Civil y sus parejas que derivó en un parte médico de “lesiones menores” y que en su día fue calificado por el Coronel Jefe de la Guardia Civil de Navarra como “delitos de odio”, por lo que la sentencia de la Audiencia Nacional sería según fuentes judiciales “un auténtico dislate jurídico”,lo que provocó una inmediata reacción de repulsa popular e institucional.Descartado finalmente el “delito de terrorismo” solicitado en primera instancia por el Fiscal José Perals, la Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional resuelve mantener la condena fijada por la Sección Primera de dicho Tribunal a los 7 jóvenes de Alsasua ( penas que oscilaban de los 2 a los 13 años de prisión) tras serles aplicado el agravante de “discriminación ideológica”, lo que según fuentes jurídicas “podría indicar el camino a seguir en casos de ataques a juristas o políticos en Cataluña”.La sentencia final del Supremo contra los chavales de Altsasu sería la radiografía de la “perfección negativa” del Estado Español, término empleado por el novelista Martín Amis para designar “la obscena justificación del uso de la crueldad extrema, masiva y premeditada por un supuesto Estado ideal”.Así, el Tribunal Supremo tras descartar la discriminación ideológica y obviar el principio “In dubio pro reo” , rebajó las condenas a penas que oscilan entre 1 y 9 años, lo que en la práctica significa la instauración legal de la llamada Doctrina Azar, consistente en ”criminalizar a grupos y entidades díscolos y refractarios al mensaje del establishment dominante del Estado español”.En consecuencia, el caso Altsasu seguirá su recorrido mediante el recurso al Tribunal Constitucional y terminará indefectiblemente en el Tribunal Europeo de Estrasburgo quien volverá a dar un tirón de orejas a la Justicia española pero que no impedirá que para entonces los chavales de Altsasu se hayan dejado en prisión sueños y jirones de libertad, pues según Oscar Wilde “para el que está en la cárcel, las lágrimas son parte de la experiencia de cada día.
Recuerdo cuando en el pasado régimen una todopoderosa oficina, la Secretaría General del Movimiento, decidía cada día, de forma inapelable, lo que se podía o no publicar en aquellos periódicos que entonces eran nuestros canales de información. (También podíamos buscar de noche y a poco volumen la radio España independiente, estación pirenaica, que nos contaba historias truculentas que no comentábamos con nadie, por si acaso, podíamos tener algún disgusto)
Para solicitar algún trabajo en la administración era imprescindible presentar el oportuno certificado de adhesión al régimen, cosa que podía frustrar les esperanzas de más de uno.
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