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Manuel Montes Cleries
Manuel Montes Cleries, 25-7-1945. Licenciado en Comunicación Audiovisual y Doctor en Periodismo por la Universidad de Málaga, Casado, 8 hijos 16 nietos, columnista de buenas noticias. Jubilado, colaborador emérito de Onda Azul radio y televisión, en la que dirige y presenta dos programas semanales, uno de radio y otro de televisión bajo el título de 'La Málaga solidaria'. |
Hoy me he servido de un Puente para reflejar mi buena noticia. Se trata del puente de solidaridad que se ha trazado entre los damnificados por la DANA de la pasada semana y el resto de España. Se me han saltado las lagrimas al contemplar las riadas de voluntarios que se han desplazado a la zona 0 a través del único nexo de unión entre la tragedia y el resto del mundo.
Lo que parecía una buena noticia –la llegada, por fin, de las lluvias- se ha convertido en unos días muy tristes para todos los españoles. Esta vez las inundaciones no se han producido en la India. Ni los tornados han asolado las praderas del lejano oeste americano. En un largo día de finales de octubre, unas cataratas de agua, procedentes de la maldita DANA, han arruinado la vida de una buena parte de nuestra España.
Llevamos demasiado tiempo bombardeados por la presencia de guerras, desencuentros y una constante lucha a muerte política, animada por los medios de difusión que se manifiestan excesivamente sectarios. De vez en cuando, es necesario desengrasarse asistiendo a actos que te animan a pertenecer a ese grupo de personas que disfrutan de un espíritu libre y de una forma de actuar, que les permite ser felices y hacer felices a los demás.
Desde que tengo uso de razón he procurado leerme cuantos textos han estado a mi alcance. Consecuentemente esta afición ha ido derivando hacia la plasmación de mis propios pensamientos en unos textos más o menos acertados. Aún recuerdo aquél momento en el que una profesora de periodismo, Bella Palomo, nos recomendó que comenzáramos a escribir inmediatamente.
No se trata de una mujer cualquiera. Me estoy refiriendo a una señora que tiene diez años más que yo y que nos da sopas con honda con su rapidez mental y en su manera de ser. Su curriculum es determinante. Licenciada en Filosofía y Letras, profesora de instituto, actriz de primera fila. Cine, teatro y televisión la han mantenido durante años en el cenit de las artes escénicas. Pero sobre todo, lo que me admira y me invita a reconocerla en esta semblanza, es su saber estar.
Encuentro similitud entre las actitudes de la clase política y las relaciones que mantenían los neardentales hispanos hace más de 40.000 años. Estos, como aquellos, se pasan la vida en constantes trifulcas por el dominio sobre la “cueva nacional”. Tan solo les falta ser caníbales, aunque hay una suerte de “canibalismo mental” entre ellos.
Cada 12 de octubre se nos presenta una copia del desfile del año anterior. Esta vez un poco deslucido por la lluvia. Se ha convertido en un escaparate de los diversos estamentos militares y una ocasión para que algunos manifiesten su desacuerdo con el gobierno así como su apego manifiesto por la monarquía.
He leído en la prensa que el pasado viernes cuatro se celebró el día de la sonrisa.Como tantos otros “días de” pasó sin pena ni gloria. Todos nos encontrábamos enfrascados en discutir sobre cual o cuales de nuestros políticos lo hacen peor. Está claro; venden mucho más las malas noticias que las buenas. Nuestras caras manifestaban algo diferente a la sonrisa.
Hasta ahora estas rupturas de las parejas creaban una serie de problemas que a muchos les parecían insuperables. Amén de reconocer definitivamente que el cónyuge no era tan apreciado como cuando se inició la relación, surgían las dificultades para establecer la guardia, custodia y educación de la descendencia y el reparto de los bienes. Ahí se armaba el taco.
En otros tiempos cuando realizabas una visita a los galenos te planteaban a lo largo de la misma una serie de preguntas en las que intentaban conocerte mejor o indagar sobre tus síntomas o dolencias. Todo en medio de una conversación amable en la que paulatinamente ibas sacando a flote tus pensamientos, tus ideas o tus alifafes, dolamas o padecimientos.
Me da la impresión de que algunos países hispanoamericanos se están poniendo un poco pesados con la tabarra de que el pueblo español actual tiene que pedir perdón por la serie de actos (verdaderos o falsos) que forman parte de la llamada “Leyenda Negra”.
Desde nuestro nacimiento, somos caldo de cultivo de toda clase de padecimientos y enfermedades. Primero bastante suaves, pero a lo largo de los años, estos síntomas se van identificando y marcando el devenir de muestras vidas. Gracias a Dios la medicina preventiva y terapéutica consigue retrasar y paliar el posible deterioro de las personas y, sobre todo, ayuda a sobrellevar los procesos degenerativos del ser humano.
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