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Víctor Grave
Soy natural de Barcelona. Durante veinticinco años, mi actividad profesional se desarrolla en posiciones comerciales en el mercado de bienes de consumo en entorno multinacional. Mi interés por el "hecho social" me llevó a participar en formaciones de ámbito político a través de sectoriales orgánicas y comisiones de trabajo vinculadas a la solidaridad y desarrollo. Creo en el periodismo ciudadano como herramienta de cambio y palanca clave para el debate social. Consciente de la importancia que representa la formación a lo largo de la vida, curso Sociología en la UNED. |
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De la alta amoralidad política: “Parece que hay una respuesta fácil al problema implícito en este tópico. Cuando se pregunta si los políticos tienen que ser honestos probablemente se responderá: “¡en principio sí!”. Las dificultades surgen cuando la pregunta se plantea en términos más precisos.
La pretensión calculada de influir en la opinión pública no siempre va acompañada de connotaciones negativas. Todo lo contrario. Imaginemos las campañas de sensibilización en seguridad vial o las relativas al ámbito de la salud y la extrema importancia que tienen para ellas lograr la atención del observador a través de una estudiada ‘pregnancia’.
Antes de abordar el conocimiento del objeto, permítanme que me retrotraiga a uno de los ejemplos más extravagantes que recuerdo de la política local catalana. En el año 2007, Ariel Santamaría, también conocido por el “Elvis de Reus”, encabezó la lista de su propio partido: ‘la Coordinadora Reusenca Independent’ en las elecciones municipales de Reus. Obtuvo 1831 votos, un escaño y su firme promesa de plantar marihuana en los parques, construir un “follódromo público”.
Parece ser que ahora toca subvertir el orden natural de la progenie burguesa de ciertas ciudades en un intento de democratizar el movimiento ‘okupa’ más allá de las fronteras propias de demarcaciones que hasta ahora habían permanecido alejadas de una realidad incómoda e impropia para su ralea. En adelante, actos sociales como ir a comprar el pan o el periódico de los Domingos, podrían verse alterados.
No podía intuir que la rutina de aquella tarde de pronto se convirtiese en toda una clase magistral de sabías razones y renovadas esperanzas en la virtud. El caso es que mi café habitual de la tarde, momento que empleo normalmente para escribir algunas notas y repasar otras, se vio positivamente alterado por la espontánea conversación con Ju.
El intento de trascender la cocina más allá de la razón kantiana es un ejercicio que bascula entre la risa del Joker y un ‘casus belli’. Que unos cuantos nos imbuyan en una elocuente "estupidez social", tal como diría el gran José Antonio Marina en su libro "La inteligencia fracasada: Teoría y práctica de la estupidez", debería representar para alguna de las partes, cuando menos, un conflicto.
El 2 de agosto de 1976 (tiempos convulsos) tenía diez años de edad. Mi niñez se deslizaba por emociones propias de aventuras ingeniosas siempre en compañía de mi inseparable amigo “Cornelius”, un madelman del Mego Planeta de los Simios, con el que había diseñado diversas estrategias para invadir un sinfín de planetas enemigos. Ensoñaciones y fantasías que solo se veían superadas por otros mundos que junto a mi abuelo observaba con gran intriga.
El “edadismo laboral" como fenomenología observada no es autopoiética. Existen elementos externos a ella que coligen en su producción. La posibilidad de influir en este sesgo de marginación, conforme a su naturaleza, pasa necesariamente por un enfoque holista centrado en los principios y derechos fundamentales de la persona qué, por otra parte, imaginábamos como propios en su consideración inicial.
Permítanme comentarles sobre mi incursión en la Antigua Roma y en las denominadas lenguas muertas al objeto de conocer la raíz etimológica de la palabra <cliente> y su evolución en el tiempo para confirmar (o no) la posibilidad de alguna otra acepción que me hubiera pasado inadvertida hasta llegar a nuestros días.
Resulta difícil escudriñar en cualquier faceta de la vida y no encontrar un camino o alternativa conforme a tu propósito inicial, en su lugar, tan sólo cautiverio y fe. Esto es lo que parece ocurrirles a los que ya forman parte del Ejército Español como soldados de tropa o marinería y a los que ansían serlo.
En el cáncer de mama y cuando la relación médico - paciente conviene como técnica preferente la reconstrucción mamaria con implantes, en la mayoría de casos y considerando que para la afectada representa un apoyo en el sentimiento de pérdida y su autoimagen, no se realizan en el instante de la cirugía. Aún cuando gran parte de los supuestos presentan una clínica favorable para ella, se acaban aplazando por falta de recursos asistenciales.
El humor en cualquiera de sus expresiones como lenguaje inteligente, y en tanto que valor comunicativo clave para subvertir aquellos contenidos deificados por los diversos poderes, se cristaliza en un dechado de optimismo colectivo cuando se rebela contra el miedo, y entra en espacios mentales embargados todavía presentes, comprometiendo la acriticidad de una sociedad condicionada de antemano por décadas sin libertad y en constante apercibimiento del castigo.
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