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Pese a la reciente subida del brent provocada por la crisis del Mar Rojo, no se prevé que los precios vuelvan a alcanzar los máximos de finales de septiembre “dado que los futuros señalan un exceso de oferta: el brent ha retrocedido casi un 12 por ciento, 10,42 dólares el barril”.
Tras el fuerte apetito hacia estos activos en 2023, las letras del Tesoro seguirán ofreciendo rentabilidades muy interesantes durante 2024, especialmente durante la primera mitad. Asimismo, a día de hoy, no parece muy probable una ‘guerra de depósitos’ en la banca española, para remunerar a particulares, al contrario de lo que sí ocurre ya para el cliente institucional.
No esperábamos del BCE cambios de política ni modificaciones de las orientaciones escritas. Y eso es lo que hemos obtenido. También esperábamos un modesto retroceso en la valoración del mercado de un ciclo de recortes demasiado temprano y demasiado rápido. Y recibimos una respuesta más contundente, sobre todo tras la actuación moderada de la Reserva Federal el día anterior.
El BCE y el Banco de Inglaterra han continuado firmes, manteniendo un tono agresivo en sus últimas reuniones del año y resistiendo la tentación de seguir a la Reserva Federal en un giro pesimista. Una vez más, los bancos centrales europeos tardan en reaccionar. Hace dos años, retrasaron demasiado su lucha contra la alta inflación. Ahora, corren el riesgo de infligir el severo dolor de unos tipos restrictivos a sus economías, ya estancadas.
Palabras como inflación, interés y recesión son de uso cotidiano. Sin embargo, no mucha gente entiende el significado de estos términos financieros y su impacto en nuestras finanzas. En España, una investigación ha demostrado que tres millones de personas admiten no tener conocimientos financieros, lo que puede afectar negativamente a su habilidad para gestionar sus finanzas. El 31 % de la población encuestada, 5.043 adultos de diez ciudades españolas, calificó sus conocimientos financieros de bajos o inexistentes.
El dato de inflación adelantada publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) es bueno, sobre todo si se compara con noviembre de 2022. La inflación general cae hasta el 3,2%, lo que supone una bajada de tres décimas, mientras que también hay un ligero descenso de la inflación subyacente hasta el 4,5%.
La llegada de los fármacos GLP-1 para la pérdida de peso es una bendición para los miles de millones de personas con sobrepeso en todo el mundo y para los dos valores que dominan el sector en la actualidad. Pero ha sido un fracaso para el mercado bursátil. Con los inversores vendiendo aquellos que se obtienen a través de la atención sanitaria y aquellos que son considerados productos básicos de consumo, que disminuyen su demanda.
La geopolítica, los aterrizajes forzosos, la caída de la confianza del consumidor y el “ajuste de cinturón” de las empresas podrían formar parte del panorama de inversión en 2024. Este fue el mensaje del Foro de Renta Fija de Federated Hermes celebrado en Londres el pasado14 de noviembre.
El gas europeo se mantiene en “una posición bastante cómoda” y encara final de noviembre con precios a la baja. Desde la consultora estratégica Tempos Energía atisban que precios de gas en la cota de los 20 y 25 euros el megavatio hora son totalmente posibles, lo cual significa precios eléctricos máximos de 70 a 80 euros el megavatio hora.
A menos de un año de los comicios presidenciales en EE. UU., una cosa es segura: el próximo presidente deberá lidiar con un contexto económico muy diferente al de los dos mandatos anteriores. En un contexto internacional tensionado con perspectivas económicas sombrías, y en un momento en el que el Tío Sam se ha involucrado indirectamente en dos guerras, el consenso económico y la Fed cifran en un 55 % el riesgo de recesión durante los próximos 12 meses.
El Banco Central Europeo (BCE) se enfrenta a un conjunto de factores convergentes que sugieren una pausa reflexiva durante su reunión de octubre. La economía de la zona euro muestra signos reveladores de un amplio estancamiento. Los últimos datos del PMI subrayan esta tendencia.
A los riesgos que ya existían desde el punto de vista macroeconómico, como los tipos de interés, la inflación o la tensión en las curvas de deuda, se ha añadido el recrudecimiento de los riesgos geopolíticos con el conflicto en Oriente Medio. Esta crisis, en particular, ha tenido un impacto evidente en los mercados de renta variable, que han experimentado un incremento de la volatilidad.
Las grandes petroleras estadounidenses aprovechan su revalorización para resistirse al giro hacia la descarbonización y realizar grandes operaciones de compraventa de acciones. Sus ratios precio/beneficio han subido un 50% en el último año, hasta doce veces.
Dado el aumento de la incertidumbre, el Consejo de Gobierno del BCE debe estar bastante contento de que la última vez se telegrafiara una pausa en términos nada ambiguos tras una subida de 25 puntos básicos que parecía posiblemente la última de este ciclo. Es lógico que la reunión del Consejo sea lo menos agitada posible.
“La mayoría de las valoraciones de los activos cotizados reflejan ya un escenario de aterrizaje suave. Nuestra opinión fundamental es que la economía mundial se encuentra actualmente en una posición vulnerable y, por tanto, en riesgo de entrar en la fase descendente del ciclo crediticio”.
El sorpresivo ataque de Hamás lanzado contra Israel el 7 de octubre ocurrió casi exactamente 50 años después del inicio de la Guerra del Yom Kippur, cuando Egipto y Siria atacaron a Israel. Las raíces de este conflicto se remontan profundamente, al menos hasta la creación del estado de Israel en 1948. La historia muestra claramente que no hay soluciones fáciles ni victorias rápidas (ya sea militar o políticamente) en lo que respecta al conflicto israelí-palestino.
Los mercados mundiales de materias primas siguen moderadamente afectados por esta tragedia que es, principalmente, humana. En ausencia de perturbaciones físicas, el petróleo sigue cotizando por debajo de los máximos alcanzados cuando Arabia Saudí y Rusia anunciaron recortes de producción. Por el momento, la fortaleza del dólar y los temores de recesión pesan más que el papel del petróleo como cobertura geopolítica… Por el momento.
Semana de ida y vuelta que deja sobre la mesa la duda de estar o no, ante un suelo de mercado. Rebote desde niveles técnicos clave, alto sentimiento negativo con salida de flujos, tipos a largo que se disparan, pero consiguen cerrar por debajo de los máximos semanales y una temporada de resultados que empieza sorprendiendo de forma positiva. ¿Suelo de mercado o falso escape? ¿Oportunidad para comprar o para vender?
Mientras las tormentas del verano pueden haber pasado, las nubes aún se ciernen y el camino que tenemos por delante no está del todo claro. ¿Realmente ha alcanzado su punto máximo la inflación o fue la lectura del IPP de EE.UU. para septiembre una señal preocupante de que otra oleada se avecina?
Son años complejos, hoy hablamos de la pandemia en tiempo pretérito, pero las evidentes consecuencias de vidas entregadas, además de las económicas, sociales y psicológicas continúan a la vista. Sin ir más lejos, por ejemplo, la escultura “El record de la terra” de Rosana Antolí mantiene vivos en la memoria a los que se han ido. Ahora bien, miremos levemente el panorama económico internacional para luego reparar en la situación española.
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