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Amnistía Internacional alerta que la democracia desaparece debido a la pérdida de derechos humanos que es su fundamento. Esta pérdida va adquiriendo velocidad supersónica a medida que la influencia cristiana va perdiendo peso en la sociedad. Cuando el cristianismo ejercía una fuerte influencia social la corrupción moral se mantenía controlada.
Por mi fe, por costumbre o por necesidad, asisto a la Eucaristía del domingo desde que tengo uso de razón. De pequeño acompañaba a mis padres. Cuando comencé a volar solo, tuve la suerte de coincidir con una serie de amigos, que aun conservo gracias a Dios, que tenían también arraigada esta devoción. Me fue muy fácil mantenerla.
Hemos pasado de la “gloriosa” etapa del nacionalcatolicismo, en la que todo era cumplimiento y parabienes, a una especie de paso a la persecución solapada y el ninguneo –cuando no desprecio- hacia la Iglesia Católica. Los cristianos de a pie vemos como desciende de una manera exagerada el número de los que se consideran católicos, mientras muchos renuncian a su pertenencia a una fe que confesaron en su día, y que hoy la consideran como algo “cultural” y arcaico.
Todos los Libros Sagrados están llenos de simbolismos, de parábolas, de profecías... Todos ellos han sido la mejor máquina fotográfica de realidades vivientes y la extraordinaria máquina creadora de videos contadores de la creación y de los hombres que fueron desarrollándola.
El día de Pentecostés, la Iglesia celebra el cumplimiento de la promesa que Cristo había hecho a los Apóstoles cuando resucitó: sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo» (Juan 20,22). Lo recibieron en ese momento, pero de algún modo también hubo una venida más “pública” del Espíritu Santo el día de Pentecostés de un modo solemne y con manifestaciones externas. Así culmina el misterio pascual.
En el pasar de los años, las paredes de las iglesias han sido testigos silenciosos de un fenómeno que trasciende las fronteras del tiempo: el flujo constante de generaciones que acuden a los servicios religiosos en busca de consuelo, reflexión y conexión espiritual.
San Rafael Arnaiz Barón, Estudiante de Arquitectura y finalmente monje Trapense en el Monasterio de Dueñas. Falleció a los 27. Su permanente conversación con Jesús ante el Sagrario, su permanente recorrido del Vía Crucis, reviviendo los pasos de su Señor y Amigo, su constante búsqueda de la voluntad de Dios, juntamente con su fe, su esperanza y su caridad hicieron de su vida un recorrido “escondido” en Dios y un camino silencioso de enseñanza mística de Jesús.
En las páginas de la vida, a menudo nos encontramos con momentos de soledad, confusión y desesperación. Pero en esos momentos oscuros, podemos recordar las palabras de Jesús y encontrar consuelo en su promesa de estar siempre a nuestro lado, llevándonos en sus brazos cuando más lo necesitamos.
Este domingo II de Pascua es llamado de la “Divina misericordia”, y la verdad es que si de algo está necesitado el mundo es de misericordia. El papa Francisco lo ha recordado hace pocos años, haciendo propaganda del libro de Kasper. Es una palabra que viene de miseria y de corazón, sentir con nuestro corazón la miseria de los demás.
La vida tiene curiosos caminos y rumbos, y muchos son los senderos que, desde la introspección de las dudas, nos invaden. Ahí está la música que sirve como elemento de fe. El rock and roll ha servido y sirve para mostrar los matices de fervor que llevan hacia la fe y la espiritualidad.
El 2 de abril es el aniversario de la muerte de Juan Pablo II. El año de su fallecimiento, esta fecha caía en la víspera de la fiesta de la Divina Misericordia, que él instauró siguiendo la devoción impulsada por Santa María Faustina Kowalska, la monja polaca que recibió esa misión de Jesús.
Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.
Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, en su escrito Semillas de solidaridad, escribe: “Dios nos llama a no perder la esperanza, nos insiste que es posible un mundo nuevo. La fe nos da fuerzas que nos interpela, transforma nuestra vida y nos ayuda a ver que todos los seres humanos de la tierra formamos una sola familia con un mismo Padre".
La historia de la vida humana es como un tapiz tejido con hilos de experiencias, desafíos y momentos de profunda reflexión. En este vasto lienzo, cada uno de nosotros forma parte de algo más grande que nosotros mismos, una tela cósmica tejida con los designios de un plan divino que a menudo escapa a nuestra comprensión.
Cuarenta días de Cuaresma, para los creyentes; cuarenta días para observar el camino de Jesús, Hijo de Dios, estandarte de la verdad y maestro de la fe que abrirá el nuevo camino de esperanza, que ayudará a justificar esta vida difícil de comprender por culpa de muchos.
Cuenta J. Bucay de un alpinista desesperado por conquistar el Aconcagua que inició su travesía después de años de preparación, pero quería la gloria para él solo: por lo tanto, subió sin compañeros. Se le hizo tarde, no se preparó para acampar, decidido a llegar a la cima y le oscureció. La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada.
Hay en muchas tradiciones religiosas y espirituales la creencia de que los ángeles actúan como guías o mensajeros divinos, proporcionando consuelo y apoyo durante momentos cruciales como la transición hacia la muerte. En la tradición cristiana, los ángeles son mensajeros de Dios y pueden desempeñar un papel importante en momentos significativos de la vida, incluyendo la muerte: brindan acompañamiento espiritual y consuelo, y guían el alma hacia la paz.
Tamara Tenenbraum se crió en una comunidad judía ortodoxa, como dice "en un mundo de reglas muy claras en donde únicamente los hombres podían asistir a la universidad y las chicas teníamos que cubrirnos los codos y las rodillas, no llevar pantalones. Las costumbres sobre alimentos y sexualidad eran muy estrictas. Los sábados no podíamos tocar dinero ni utilizar la electricidad".
Este universo nuestro es algo maravilloso... difícil de ponerle un nombre, porque según caminas por él te encuentras con muchos “baches”, ocultos, imprevistos, motivo de frustración, de dolor, de desengaño, de desesperación... sólo mirando al cielo, muchos encuentran esperanza.
Quisiera retroceder, no ser juzgada, ¿para qué?, si quieren digo que son “grandes” y aquí no ha pasado nada, hombres que están confundidos, que saben de bacterias, de carne y huesos, de glóbulos rojos... pero no de fe.
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