| ||||||||||||||||||||||
Vamos a ver si periodistas, políticos, personajes y personajillos que influyen y modifican la opinión de los que no la tienen, se deciden a usar las palabras de nuestra espléndida lengua, el Español, con propiedad, además de con corrección.
Al paso que vamos con los discursos actuales, corremos el riesgo de hablar sin conocer realmente lo que estamos diciendo. Se tergiversan tanto las palabras y se usan con un desinterés inusitado, que las palabras pronunciadas dan lo mismo, en realidad nos quedamos con los sobreentendidos particulares; es decir, cada sujeto involucrado en dichas expresiones entenderá las cosas como quiera.
Parece ser que se han olvidado las recomendaciones que recibíamos en nuestra infancia y adolescencia, en las que se nos invitaba al destierro del uso de lo que se denominaba como “palabras malsonantes” de nuestro vocabulario habitual.
La organización ambiental SEO/BirdLife celebra que la Real Academia Española (RAE) haya incluido los vocablos 'pajarero o 'pajarera' y 'pajarear' en su última actualización del Diccionario de la Lengua Española. 'Salir a pajarear' y ser una 'pajarera' o 'pajarero' se refiere a la afición a observar aves en su ambiente natural, pero la RAE solo aceptaba como definiciones de pajarear “cazar pájaros” y “andar vagando, sin trabajar o sin ocuparse de cosa útil”.
Reconozcamos que hay situaciones, circunstancias, experiencias en las cuales solo la poesía –y por extensión el arte–, puede externarlas porque las palabras son insuficientes. Hablaríamos menos, callaríamos más si aceptáramos esas dimensiones inabarcables por las palabras.
“Cuando yo uso la palabra quiere decir lo que yo quiero que diga… ni más ni menos”. Esta interesante frase la decía Humpty Dumpty en Alicia a través del espejo, una obra literaria en forma de cuento del genial Lewis Carroll. Resulta cansino recordar las innumerables ocasiones en las que nuestro presidente de gobierno dice una cosa y la contraria, la verdad no existe ni en su psique ni en su vocabulario, ni en su conciencia.
El sector de la traducción y la interpretación tiende a establecer sus precios por palabra. No obstante, por su naturaleza y su complejidad, las traducciones juradas suelen presupuestarse a partir de un precio cerrado por documento. Aún así, la cuantía puede experimentar oscilaciones atendiendo a otros factores complementarios como el idioma en que se realiza la traducción o el rango profesional del traductor.
Desde la prohibición de ciertas palabras que están de actualidad, prohibición que un gobernante con malas pulgas y peor corazón hace a sus gobernados, como puede ser guerra o invasión, se hace una llamada a ser fieles a un país desde la aldea global que somos y a la que pertenecemos.
Es el pensamiento y el lenguaje lo que nos hace personas, pero las palabras que utilizamos tienen una enorme carga tanto para el bien como para el mal. Con palabras podemos bendecir y podemos maldecir. Las palabras pueden servir tanto para ponernos de acuerdo como para declararnos la guerra, de aquí la importancia de saber utilizarlas para el bien.
Las palabras del Centro Derecha, protestonas, ambiguas, grandilocuentes, serviles de sus escaños: “Prometo que... Aseguró que... No permitiremos que... Iremos a los Tribunales... ¡Oh... Oh...! El aborto, la eutanasia, la "reeducación ideológica", las vendettas radicales, la comercialización del Estado... ¡Poco a poco! ¿De qué sirven en un hemiciclo lo más parecido a un fotograma de los años 30?
Las fuentes que hemos consultado no revelan una historia concreta sobre el origen de la misteriosa diosa Hékate (adorada por los griegos el 13 de agosto y el 30 de noviembre, y los romanos el 29 de cada mes) quien supuestamente recorría la tierra por las noches acompañada de espíritus y fantasmas. Hékate era llamada también la diosa de la hechicería y lo arcano, era venerada especialmente por magos y es conocida también como la diosa de los encantamientos.
Viendo el azul del mar, el verdor de un campo sembrado de amapolas, el sol que no deja de brillar para rizar mi piel…
“Palabras encadenadas, multiversos nivel cero” es el título del libro de poemas escrito por el poeta y matemático español Alfredo Barrera Cuevas (n. 1979 en Las Navas de la Concepción - Sevilla, España). El autor hace un homenaje a la literatura escrita y a su desarrollo histórico, enfatizando la diferencia entre prosa y verso.
Un libro, un poema, una canción deben ser escritos cuando se tiene algo que decir, cuando se tiene algo que contar o comunicar; si se hiciera de otra forma estaríamos desgastando el lenguaje, vulgarizándolo, llevándolo a un estado primitivo de sonidos inentendibles, banales, que no deben perdurar en una impresión.
La maldición cayó sobre tu sombra...
Construyen, destruyen, animan, salvan, aventajan, detienen, levantan, tiran, potencian. Nos hermanan y nos hacen diferentes. Sumergirse en su mundo es nadar en un universo infinito de combinaciones y significados. Hacerlo de manera consciente es emprender un viaje a las entrañas de lo que nos hace ser humanos.
El movimiento perpetuo origina de vez en cuando alguna configuración más estable, sea en forma de residuos, agotamiento de reservas o FIGURACIONES aparentes. De estas últimas quiero hacerme eco hoy. No adquieren una presencia física indiscutible, su figura es evidente, con notables repercusiones sobre la vida de las personas.
|