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De aquellas campañas en las que pertrechados con un cubo, cola y cartelería íbamos embadurnando y ensuciando paredes con la cara sonriente de los candidatos, a las actuales donde ya se hace raro ver algunas que otras banderolas han transcurrido más de cuarenta años de nuestra democracia.
En su día, los capitalistas modernos resucitaron un sucedáneo de la democracia a la que aplicaron el calificativo de representativa, actualizando así el sistema de gobernabilidad en los países agremiados por el interés del dinero, permitiendo que con él terciara simbólicamente la ciudadanía a través del voto. Fue una jugada bien diseñada, porque nadie podía quejarse de que luego los elegidos actuaran a su aire, puesto que representaban la voluntad popular.
Soy de los que estudiaron de pequeños Enseñanza primaria, todavía no se había puesto en práctica las leyes posteriores como la EGB y las siguientes, pero desde muy pequeño me enseñaron que la mentira era intrínsecamente malvada y que el demonio era el padre de ella.
La vida nos enseña a leer el libro de “petete”, ese libro sencillo, de observación, de historia cotidiana. La primera lección nos señala una realidad que nadie, nunca, ha podido decir que no es cierta: “Cada cual cava su tumba o construye su trinchera”.
"Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí", es el brevísimo cuento del escritor guatemalteco Augusto Monterroso, considerado un microrelato y el texto narrativo más corto, además constituye uno de los más inquietantes de la historia de la literatura latinoamericana.
Se atribuye la frase “La libertad es una librería” al poeta catalán Joan Margarit (1938‑2021). Como casi todas las sentencias intelectuales, resulta de natural atractiva, seductora. También tiene su parte de verdad, lo cual significa que ha de tener igualmente su parte de mentira. Porque una librería que solo admita en sus estantes obras de una determinada naturaleza (salvo aquellas especializadas en cierta temática), no es precisamente paradigma de libertad.
Pasados dos años pandémicos, los supervivientes, se han hecho muchas preguntas; casi ninguna ha sido contestada con “honestidad y limpieza social”; muchos se fueron creyendo que les despedían con cánticos y aplausos..., pero la verdad, la única verdad, es que se fueron solos y algunos anónimamente.
Se atribuye al político estadounidense Hiram Johnson haber acuñado en 1917 la frase de que la primera víctima de una guerra es la verdad. Juan Bautista Alberdi lo descubrió medio siglo antes, cuando su país, Argentina, se vio envuelto en una guerra contra el Paraguay junto al Brasil, entonces una monarquía europea reinante en América.
Los grandes gestores de inversiones han tomado el control de los gobiernos de todo el mundo, y están determinando a quién se le da acceso al dinero, cómo se invierte y cómo se distribuye. Esto ha tenido un efecto profundo en la forma en que los gobiernos funcionan y los intereses de sus ciudadanos.
Sin lugar a dudas, la política es una de las herramientas más poderosas al servicio de la ciudadanía. A través de ella, se transforman realidades, se impulsan cambios económicos, sociales, industriales y derechos. El arte de la política debe ser así la herramienta al alcance de quienes quieren dar lo mejor de sí mismos para contribuir al progreso de sus territorios.
“El primer acto de corrupción es aceptar un cargo público para el que no se está preparado” es un refrán muy citado en redes sociales y medios gráficos, inexplicablemente valorado de manera virtual pero intencionalmente olvidado en el plano de lo fáctico y real.
Cual nuevo heredero del Margraviato de Brandeburgo, el Ducado de Cléveris, el Condado de Marck y el Ducado de Prusia, la elección del hijo de un ex presidente causa revuelo en Paraguay. El título político de príncipe elector o príncipe electoral era un miembro del colegio electoral que tenía la función de elegir a los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico después de Carlos V, último en ser coronado para dar paso a emperadores “electos”.
Una conspiración para usurpar la representatividad popular causó revuelo en el mundillo político y ciudadano de Paraguay, cuando un grupo se tomó la atribución de decidir excluir de un debate político a la mayoría de los líderes que presentaron su candidatura a la presidencia de esta república.
No podemos negar que nuestra España se ha forjado en un constante enfrentamiento entre el poder de la oligarquía económica, el poder de los púlpitos y confesonarios y el poder de los políticos gobernantes. En medio de todos ellos, la “calle”, el “pueblo llano”, el “trabajador”, el “parado” como herramientas a utilizar por los poderes fácticos de siempre: Iglesia, Políticos y Nobleza.
Un andalucismo convertido en deformada comedia quinteriana, sobrevuela por el azul cielo de esta tierra machadiana, humillada y ofendida. Los viejos roqueros, sin perder la calma del tiempo vivido, llamamos oportunismo y protagonismo desnaturalizado con caculos políticos ante espejos cóncavos que nos avisan de la nostalgia en su empeño de volver al franquismo, disfrazado de demócrata con Ayuso como guía del barco.
Está claro. Aquí cada cual juega su partida y, como en las terrazas los que no pueden se contentan con observar atónitos. Partido Popular: anti abortista. Nuevo líder, nueva opinión personalizada. Los simpatizantes y votantes alucinados, no saben no contestan.
Si analizamos algunos de los mensajes que hacen los políticos, veremos que muchos incurren en contradicciones y errores de los que nunca se arrepienten. Ocurre también en otros profesionales, pero los mensajes de los políticos, suelen tener más resonancia; más aún en países como el nuestro.
Elizabeth Taipe, quien fue la candidata del Bloque Magisterial para la segunda vicepresidencia del Congreso, se opone a cualquier adelanto de elecciones y cuestiona a los que "han azuzado" a las protestas. Para ella: "Aquí en el Congreso cuestionan el trabajo de los congresistas, que tenemos que irnos, ¿y mejorará la situación política?".
El puchero ha sido una pieza característica de la cacharrería castellana. Todavía quedan importantes reductos del oficio alfarero en las provincias de Valladolid, León, Zamora y Salamanca, aunque el puchero ya no se encuentra en el elenco de piezas de la alfarería moderna. «Dar un pucherazo» apenas solemos asimilarlo a dar un golpe con un puchero, y sí a un golpe de Estado, un engaño, una trampa o un fraude electoral.
La crisis que prevalece en el mundo contemporáneo requiere el liderazgo de los Estadistas. Estadistas del tipo con la perspicacia de un estadista como lo fue Charles De Gaulle, quien tenía un carácter en el que se reflejaba algunas veces el humorismo sardónico típicamente francés.
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