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Para los griegos, kronos sería "el monótono tiempo secuencial, en el que todo está organizado", es decir, la repetición inarticulada del tiempo en nuestro espacio vital, una suerte de energía imantada que nos impele a avanzar sin retorno y sin descanso. En contraste, kairos sería "el instante fugaz, el momento adecuado, en el que algo importante sucede", lo que podría traducirse en " la oportunidad favorable que cambia el destino del hombre".
La igualdad legal es o debiera ser un hecho normal en toda sociedad bien organizada. También lo sería la desigualdad material, porque es propia de las circunstancias personales. Mas, en un panorama social de igualdad legal, la excepcionalidad no debería tener cabida en ninguna situación. Sin embargo, por unos u otros motivos, la manipulación a la igualdad legal permanece al acecho.
En una sociedad de consumo como la que vivimos, la capacidad de pensar no se aplica en muchas situaciones, por parte de bastantes personas. En la sociedad del espectáculo y de la imagen y la apariencia, parece que lo primordial es simplemente sentir y dejarse llevar. Lipovetsky acuñó conceptos como hipermodernidad e hiperindividualimo.
Es habitual que los especialistas se resistan a trasladar conceptos entre disciplinas. Cada profesión tiene su ciudad prohibida, por lo que intentar el abordaje de los fenómenos sociales desde una perspectiva distinta es común que suscite la sensación de escandaloso delirio. En momentos complejos en el planeta (mi país, Argentina, exhibe ejemplos de sobra), los problemas se multiplican.
Las pausas del camino son tan necesarias como el pan de cada día que nos llevamos a la boca. Necesitamos hacer silencio para rehacernos y corregirnos, para saborear los instantes vivenciales y compartirlos con el horizonte de los sueños. Sin duda, tenemos que aprender a querernos mucho más. El fruto de la verdad sólo germina de la bondad, del servicio que nos prestemos unos a otros, de la entrega desinteresada que nos ofrezcamos entre sí.
En el teatro de la impunidad, no solo los actores principales parecen exentos de la justicia, sino que el propio auditorio corea cánticos de perdón y excusa mientras sufre de ecolalia crónica no diagnosticada. Exculpación popular. Como en misa. Esta epidemia se expande cuando el fanatismo desmedido por ciertos personajes políticos o mediáticos ejerce una influencia desproporcionada en la opinión pública, convirtiendo la crítica y la rendición de cuentas en misión imposible.
Ciertamente tengo la sensación de que cada día vivimos como sociedad más en los acantilados de la sinrazón, altos, rocosos, distanciados en las cordilleras de la absurdez. Un tiempo de blancos y negros, de azules y rojos, de buenos y malos, de la limitación del análisis autocrítico a la mínima expresión y del compromiso con el interés general tendente a la construcción de puentes reducido a la nada en la escena política.
El arte es muchas cosas, entre ellas un instrumento político fundamental. Por ejemplo, tenemos el expresionismo abstracto. No fue casual. Fue la contraposición al llamado realismo social, que decía reflejar la realidad. Aquel arte tenía, tiene, su templo en el MoMA, patrocinado por los Rockefeller, y a sus sumos sacerdotes: Pollock, Rothko, Guston, Tomlin, entre muchos otros.
“Buceadores del prójimo” sería un buen apodo para todos aquellos con inteligencia natural, conocedores de los bajos fondos, osados por sus intereses, calculadores del riesgo, ficticios protectores del “Capo”, minuciosos controladores, matones de apariencia y abandonados por todos los que se dicen “limpios de corazón”, “Paterfamilias” “Camorra”, “Cosa Nostra. Pobres “Buceadores” asfixiados en tiempo y forma por los que los contrataron.
Están cayéndose algunos velos en Occidente pero reformulándose otras, distintas puestas en escena… El tema no es qué semblantes han cumplido su fecha de caducidad sino observar qué nuevas máscaras se nos muestran a los ciudadanos de a pie. De la sociedad todos formamos parte, los hipócritas y los transparentes; los mentirosos, los responsables y los tontos.
Ciertamente, en la sociedad digital y del espectáculo y la diversión en la que vivimos, el esfuerzo no está suficientemente reconocido, de forma general. Los resultados en los ámbitos profesional y vital no se logran por suerte o por azar, ya que intervienen, de modo decisivo, la dedicación y la entrega en cuerpo y alma a lo que se desea lograr. Algo que se aplica a todos los aspectos de la existencia.
¿Se ha parado el lector a reflexionar porque el respeto de los hijos hacia los padresdesparece, la violencia contra la mujer se extiendecomo un mancha de aceite, la violencia sexual infantil y adolescente sea estremecedora, la pederastia, especialmente la eclesiástica sea horripilante, los robos y los engaños se multipliquen, la opresión de los poderosos sobre los débiles no tiene frontera, la justicia de la justicia sea escandalosa?
Justo, al despuntar de un nuevo año, cosechamos una oportunidad más para los buenos propósitos. Estos deben irradiar por todas partes, con su abecedario de gozos y su lenguaje de alegrías. También, nuestra mente, ha de sentirse invitada a concelebrar la festividad con espíritu reflexivo/conciliador, de cabal arrepentimiento y de renovada humanidad.
“Las chicas que nos desdeñaron, los chicos que nos dejaron solos, los extraños que nos ignoraron, los padres que no nos entendieron, los jefes que nos rechazaron, los mentores que dudaron de nosotros, los abusadores que nos vejaron, los hermanos que se mofaron de nosotros, los amigos que nos abandonaron, los conformistas que nos excluyeron, los besos que nos fueron negados, porque ninguno de ellos "nos vio". Estaban muy ocupados mirando para otro lado, mientras yo dirigía la mirada a vosotros. Sólo a vosotros. Porque soy uno de vosotros.”
Pasan los años, pasan los siglos, y continuamos en persistentes luchas, entre familias, pueblos y naciones. Tenemos que salir de esta esfera mundana, que no se mueve en favor de la vida del verbo y del verso, sino que permanece inmovilizada por la ceguera destructiva de la ramificación del mal. Nos domina la confusión.
Hay belenes que denuncian la soga de la vivienda. Según el último informe de la Fundación FOESSA de Cáritas, la vivienda asfixia a más de tres millones de hogares españoles y empobrece al resto de las familias que somos el 90% de la población española. Eso, por ejemplo, significa que el 16,8% de las familias quedan por debajo del umbral de la pobreza extrema una vez pagada la vivienda y los suministros básicos.
Ciertos grupos políticos, de ciertos Ayuntamientos como el de Getafe se han lanzado a “proclamar” su adhesión a favor de anular-quitar-despellejar cualquier cosa que, simplemente, no les guste o, mejor dicho, para que seguir la moda “feminista” y así conseguir “votos pobres” (porque no están bien informados).
Reinas de la nesciencia y brujas del engaño, con desboque sexualista que se les ha subido al cogote y lo han politizado hasta el extremo de que ni ellas mismas se reconocen en su propia piel; se ven desigualadas.
Los diálogos incordiantes modelados por maquinaciones aviesas, se avizoran peligrosas complicaciones. Se resienten las conclusiones proclamadas, con el lógico enturbiamiento de las decisiones posteriores.
el antaño imperio norteamericano ha visto como el desarrollo económico y expansivo de China y sus aliados en el ámbito global y en concreto en la zona indopacífica han venido a presentar un reparto nuevos de cartas en el liderazgo global en la que la unilateralidad del poder en manos de EEUU.
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