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Una parte de la política española sufre una enfermedad muy grave que precisa con urgencia de la aparición de nuevos fármacos que puedan salvarla de su estado cochambroso. La enfermedad consiste esencialmente en la aparición de unas desviaciones cerebrales en las personas que forman parte de los sectores llamados progresistas y de las minorías contrarias a España.
En la sesión del viernes día 29, celebrada en el Congreso de los Diputados, el candidato ganador de las elecciones, Alberto Nuñez Feijóo, no obtuvo la mayoría simple y por tanto no ha conseguido la confianza de la Cámara para formar Gobierno. Señor, estoy convencido de que habrá seguido con atención el desarrollo de las dos sesiones parlamentarias en las que el candidato a la Presidencia del Gobierno propuso con todo detalle su programa político para toda España.
Entre la investidura ya fallida y la investidura sugerida, entre la amnistía condenada y la amnistía ensalzada, ¿por qué no se habla de cómo “amnistiar” las saqueadas rentas de las clases populares por el atraco financiero y monopolista? Somos víctimas inocentes. Nosotros pagamos religiosamente los aumentos de las hipotecas, de los alquileres, de la electricidad, de la cesta de la compra…
Comprendo el porqué de la cuestión. Si ni siquiera el presidente del Gobierno se ha dignado participar de forma directa en el mismo, al resto de los españolitos de a pie nos resbala cuanto digan unos y otros, dado que los resultados los tienen pactados y vendidos de antemano.
Martillo y yunque, son herramientas para forjar, aguantando o golpeando. ‘Uno es martillo o es yunque; la buena gente siempre ha sido yunque’. Dice Corey Stoll, Peter Ruso en la serie Billions, de Brian Koppelman. Billions, miles de millones. ‘Cuando seas yunque, aguanta. Cuando seas martillo golpea’, es un consejo atribuido a Lenin.
La vieja guardia del PSOE está que muerde y alguno de sus miembros no ha dudado en criticar con suficientes argumentos la intervención del diputado de Valladolid y exalcalde pucelano para suerte de la ciudadanía. En las redes no faltan gruesos adjetivos, pero casi siempre destaca el de «macarra», «acomplejado», «resentido». «soberbio», «insultador», «patoso» y «despreciable».
Doctor, llevo una temporada en la que no me encuentro a mí mismo. Creo verme en tierra extraña; no entiendo el lenguaje; mis sueños son más fuertes que el sueño en sí; me levanto buscando a mis amigos, no les veo; voy en busca de mis nietos, no les entiendo o me entienden...
Si en vez de la nefasta campaña previa a las elecciones del PP y Vox, lo hubiesen hecho dejando atrás orgullos, mediocridades y estupideces, la situación ahora sería diferente. Una vez llevado a cabo las elecciones, la presidencia del Congreso le hubiese correspondido a Vox en vez de la señora que la preside y Feijóo, en vez de llorar sobre la leche derramada, vería su presidencia con claridad porque la votación se podría haber hecho en secreto en vez de a mano alzada.
Cuando un gobierno actúa solo para su bien económico y personal en vez de buscar el progreso y bienestar de la sociedad del país, éste irremediablemente va a la ruina y a la debacle, se destruye la democracia, en caso que la hubiera, y se instaura la dictadura.
Se la bufa. Al cuarto tenor se la sopla, se la trae floja, le importa un comino-bledo-pimiento-rábano y demás hortalizas, le resbala, se la pela, se la trae al pairo, se la suda, la vale lo mismo que un carajo, se la repampinfla, le es indiferente, hace oídos sordos, como si le hablan en sueco, con él no va el tema.
El curso político dio su pistoletazo de salida el pasado lunes cuando Yolanda Díaz, lideresa de Sumar y Vicepresidenta del Gobierno viajó hasta Bruselas para entrevistarse con Puigdemont, enfrentándose a las protestas de la derecha extrema y la extrema derecha. PP, VOX y seguro que también algunos políticos del PSOE siguen considerando a Puigdemont un prófugo, un delincuente que debía estar encerrado en el más andrajoso de los penales españoles.
Para España y para el PP, los resultados 23J son mejores que la mayoría absoluta o la del tándem PP-Vox que auguraban las encuestas. Con mayoría absoluta, Feijóo debía administrar lo que se encontrara, sin más. Con Vox al lado y las ayudas que aparecieran, debía hacer algo parecido, peor y más difícil. Con los 137 diputados que tiene solo debe hacer lo que conviene.
Fue consagrado como el ídolo de los oficiales que habían ganado la guerra contra Bolivia, y eso le valió ser convocado para presidir provisionalmente la República del Paraguay en 1936. No se menciona con frecuencia, pero no fue parte de un golpe militar, dado que había sido expulsado del país y se encontraba en Argentina cuando lo convocaron para asumir la presidencia.
Las imágenes de sus encuentros con Quim Torra, inhabilitado por desobediencia y en tiempo de descuento al frente de la Generalitat, no se corresponden con la dignidad del cargo que ostenta, por mucho que los encuentros y/o la Mesa de negociación por Cataluña se revistan con palabras como diálogo y reencuentro.
Es posible que el señor Pedro Sánchez sea un hombre hábil en cuanto a conseguir crear situaciones en las que, una parte de la ciudadanía, pudiera pensar que es capaz de solucionar los graves problemas que en estos momentos acechan a nuestra nación.
Recientemente en un artículo, yo decía que Pedro Sánchez no dice más desatinos ni comete más yerros porque no le da tiempo. Confieso que me equivoqué. A Pedro Sánchez le sobra tiempo para estar continuamente saltándose la barrera de la sensatez y del buen juicio. ¿Tendrá averiadas algunas neuronas?
España sigue sin gobierno y los políticos de vacaciones pagadas, ¡no faltaría más! ¿Llegarán a algún acuerdo, volveremos a las elecciones, qué pasará?
Una batalla de despropósitos, con el PP y Ciudadanos como espectadores de primera fila viendo como los partidos de izquierdas se reprochaban, los unos a los otros, el fracaso de una investidura que solamente ellos mismos tenían la posibilidad de conseguir que fracasara, en una votación en la que tenían la mayoría.
Lunes y martes asistimos a un triste espectáculo, el 28-A la mayoría de votantes depositaron en las urnas sus votos con la esperanza de que los mismos que hace un año llevaron al escaño azul de la Presidencia del Gobierno del Reino de España a Pedro Sánchez.
Según el Diccionario del español jurídico la investidura es el acto por el que una autoridad o funcionario público recibe la titularidad de un órgano y puede ejercer en lo sucesivo las facultades y atribuciones que el ordenamiento jurídico asigna al órgano mismo.
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