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Robles es responsable de la sustitución-destitución de la cabeza del CNI y, como señala Zarzalejos, debe responder. En la Plaza de las Ventas las mulillas arrastran toros muertos, pero ellas no se arrastran. Robles y las directoras del CNI, antigua y actual, tienen un ejemplo en las mulillas: no arrastrarse, ni arrastrar la dignidad del cargo al que se deben. Bolaños tampoco puede escudarse ni arrastrarse. Es responsable de las comunicaciones que debía proteger y no protegió.
Cuando a un personaje vulgar se le entrega algo de poder, la metamorfosis que experimenta está en razón directamente proporcional al grado de frustración, revanchismo político y desconocimiento de su propia incapacidad personal para ejercerlo.
Toda la tarde leyendo declaraciones del presidente Sánchez y de sus ministros sobre el paro y siento vergüenza de las cosas que dicen, con tal de echar culpas al maestro armero. Ellos siempre lo hacen bien. Son los demás quienes se equivocan. No sé si es ignorancia o analfabetismo, pero parece que lo dicen convencidos cuando, en realidad, de lo único que pueden estar seguros es de su mala gestión, nefastas políticas y mediocre economía.
Hay convocada una huelga del transporte. Motivos: subida del precio de carburantes. Transporte a pérdidas, o trabajar perdiendo dinero. Recaudación, decidida y controlada por el Gobierno, para aprovisionar las arcas del Estado. El origen de la situación, dice Pedro Sánchez, es el estado de cosas y del mercado que produce la guerra de Putin. Lo es, pero hay algo ajeno que se debe al hacer (mal hacer) del Gobierno y los agentes sociales.
Guirigay en UP y alrededores. Cinco ministros, Yolanda Díaz, Alberto Garzón, Ione Belarra, Joan Subirats e Irene Montero, andan en el ajo. También Iglesias, ahora en sus labores; y la alcaldesa de Barcelona que anda a las suyas. Además como portavoz y cupo para la igualdad de géneros, Pablo Echenique. Una buena parte de la izquierda política nacional.
Los ministros del Interior de los países del MED5 comparten la necesidad de permitir un avance gradual que facilite la aplicación del acuerdo y el respeto a los principios de responsabilidad y solidaridad. La reunión, celebrada por videoconferencia, consolida el diálogo entre los cinco países tras las reuniones presenciales celebradas en Atenas y en Málaga.
Según “The Economist” España ha perdido la categoría de “democracia plena” para entrar en la de “democracia defectuosa”. Es muy posible que para muchos de nuestros conciudadanos este cambio, esta rebaja de calidad democrática no signifique nada, acostumbrados como ya estamos a que vayamos descendiendo en los distintos rankings de la UE.
¿Qué es lo peor que puede pasarle a un país para que progrese adecuadamente? A mi modo de ver, tener una sociedad inoperante, anestesiada, conformista, sin escrúpulos, sin autocrítica, sin saber tomar decisiones, sin saber discernir lo bueno de lo malo, inculta, despreocupada y abúlica por saber la historia, no digo ya clásica o antigua del país, sino la reciente, la de antes de ayer, la justa para no cometer los mismos errores, en resumen, saber hacer uso del sentido común.
Alguien, en este país, sigue empeñado en presentarnos una España idílica cuando, la realidad cotidiana, nos está diciendo lo contrario. El Gobierno se niega a admitir que estamos ante una situación complicada y que la mayoría de las promesas que hizo, sus pronósticos, sus afirmaciones de que estábamos recuperándonos, no son más que intentos baldíos de tergiversar una terca realidad.
El ser humano, en sus relaciones sociales, económicas y políticas, suele servirse de las comparaciones sobre cualquier cuestión para determinar las diferencias y sacar conclusiones que le lleven a entender, o, todo lo contrario, las cosas que le rodean. Mucho mejor lo dice el Diccionario de la Real Academia Española, al definir la palabra comparar: “Analizar con atención una cosa o a una persona para establecer sus semejanzas o diferencias con otra”.
El tener políticos de medio pelo como ministros tiene, como es evidente, sus inconvenientes. Pero, si además carecen de sentido común, están menguados de inteligencia y, para colmo, son sectarios de ideologías comunistas, podríamos decir que se trata de lo peor que le pudiera suceder a una democracia.
España no se cansa de pedir fondos europeos a Europa, con la disculpa de la recuperación y la necesidad de modernizar el país. Pero resulta que ciertas cantidades importantes de esos fondos van a parar a los sindicatos clasistas para el arreglo de sus sedes. El caso es que la Unión Europea ha bloqueado diez mil millones de euros porque ese no es el destino de los fondos.
España sigue teniendo dos problemas graves que no puede dejar de considerar, si es que espera afrontar el futuro con una cierta garantía de estabilidad del país. Uno, el del separatismo, cada vez más en auge, convencido de que tiene al Gobierno a sus órdenes y de que su camino hacía una independencia está asegurado, mientras Sánchez siga en el poder. Otro es el del problema de las energías.
En este totum revolutum que nos ha tocado vivir en el que parece que, en España, todo anda desquiciado, que no hay el más mínimo entendimiento entre los políticos que, incluso, se echan los trastos a la cabeza los unos con los otros en su afán de destacarse, de conseguir posicionarse mejor o de descabalgar al oponente para reforzar su propia posición, los ciudadanos de a pie están empezando a impacientarse ante semejante estado de cosas.
Han acordado por consenso comprometerse a implementar la Estrategia Iberoamericana de Cultura y Desarrollo Sostenible, aprobada durante la XXVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada en abril en Andorra. También se apoya la creación del Fondo Iberoamericano de Garantías Recíprocas como una medida que contribuirá a la recuperación del sector cultural.
En el actual «desGobierno» todo es tristeza para el contribuyente y jolgorio permanente para la clase más inepta y aprovechada del sectarismo del ala más siniestro ideológicamente. La hipocresía, junto con la deshonra que los atenaza, lo basan en dos conceptos absurdos: la agenda 2030 y el para ellos desconocido cambio climático; no dejan de ser arreadores simples y obedientes de sus dictatoriales jefes del globalismo penitente de la cuadra de George Soros.
Mal comienza el curso político ese enjambre que aposenta sus posaderas en sillones que no merecen, recorren alfombras de niveles a los que no llegan y cobran sueldos que no se ganan ni trabajan ni merecen. Con su espantada de las Cortes cometen fraude al contribuyente; precisamente ese que les paga el sueldo y los mantiene en situación de parásitos desnortados y sin provecho.
Pedro Sánchez, entrevistado por Carlos Franganillo, en la uno de TVE. Tras el verano, expectación para ver por qué el presidente del Gobierno iba a la tele. Reedición del ‘Aló presidente’. Autobombo. Puesta en escena para encarar el curso político. O el anuncio de medidas destinadas, primero, a asegurar su inquilinato en la Moncloa y, después, a encarar los problemas nacionales. Con esos supuestos: Profesionalidad en TVE. Manipulación. Preguntas pactadas.
Me gusta que Alberto Garzón sea el titular del Ministerio de Consumo. Nunca el consumo había quedado tan ridiculizado como con él al frente. No es ningún secreto decir que su fama le ha llegado por sus torpezas y sus meteduras de pata, nunca por sus propuestas y soluciones. Con ministros así no tendrá tregua el ridículo que salpica a Sánchez a diario.
España no había dejado de ser una olla a presión y el presidente, como si todo estuviera resuelto en España, se marcha de viaje ocioso e inútil a Nueva York. Lo cierto es que allí no ha conseguido nada: ni inversiones, ni confianza, ni nuevas promesas de facturación, La desconfianza económica en España es tal que, mientras el empleo esté en manos comunistas y la política con dependencia socialista, tendremos menos inversiones foráneas que un tacaño en Cataluña.
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