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Convivencia

Hacer las paces de corazón

Los moradores de este mundo tenemos que cohabitar unidos, hacer las paces entre sí y con la naturaleza, sentirnos familia para poder coaligarnos con ese orbe natural del que constituimos cuota, porque si no lo hacemos, nunca reencontraremos sosiego internamente. Quizás tengamos que unificar criterios, juntar latidos, crear espacios donde poder sentirnos acogidos, amados, reconciliados y alentados a vivir en comunidad.

Mundos enfrentados

No hemos aprendido aún a convivir, a pesar de tantas historias de guerras y contiendas sufridas como linaje, nos falla la mano tendida para entendernos y un espíritu acogedor que integre y no divida. Estamos más solos que nunca, a pesar de la cercanía de un mundo global, que se ha empedrado de odio y venganza.

Gustos patéticos

La soledad ejerce importantes influencias sobre los individuos. Una de las peores es de carácter trágico, se aproxima a la gente en sus momentos críticos y culmina con el final intransferible, la muerte. Hoy en día se practica con denuedo la soledad con talante cómico, porque en ella se alardea de no tomar nada en serio.

La Constitución: un nuevo cumpleaños

Los que hemos tenido la gran fortuna de disfrutar de una España próspera, democrática y respetuosa con los derechos y libertades de los ciudadanos desde el gran hito histórico de la transición, no podemos ocultar hoy un sentimiento de preocupación e incluso de temor ante los vientos revolucionarios que amenazan desmantelar el orden constitucional que ha cimentado una convivencia entre españoles que ha sido modelo para numerosas naciones del mundo.

Nos estamos enmendando

Aunque algunos se empeñen en lo contrario, el año y medio que llevamos, ora acuartelados, ora en semi libertad, ora en libertad vigilada, -pero siempre un tanto “acongojados”-, ha conseguido recuperar en buena parte el sentido solidario, la amabilidad, lo mejor de cada uno de nosotros.

La ciudad dormida... ¿amanecerá?

Si se quiere ser libre hay que independizarse de la máquina social que estructura y esclaviza las actividades individuales, sofocando la libertad personal. La sociedad actual, globalizada y automatizada, empapa lentamente todos los aspectos de la vida individual, los económicos, los intelectuales, los lúdicos, los afectivos, los laborales y los religiosos.

"No sé lo que durará esto"

Después de las bodas por la Iglesia, civiles, por ritos exóticos, por poderes, playeras, etc., hemos podido descubrir una nueva modalidad: las bodas para poder cobrar exclusivas. Este es el caso del “paripé” perpetrado por una protagonista mediática de los dimes y diretes “pantojiles”, que  se “casó” ante las cámaras a principios de octubre, con el decidido propósito de hacer caja.

Qualia o no qualia

Interesante concepto este por el que pasamos a diario sin darnos cuenta, o mucho peor despreciando sus repercusiones sobre la existencia particular y social. Accedemos a una playa, entramos en la oficina, llegamos al domicilio particular, deambulamos por plazas o avenidas; como meras piezas mecánicas o como entes pensantes sabedores del posible sentido de dichas acciones.

Reanudar para proseguir

La actual generación de este mundo cambiante, deberá hacer memoria para tomar conciencia de los caminos recorridos por nuestros predecesores, y orientar sus pasos sin resentimiento hacia horizontes más libres y armónicos. Para conseguir este cambio de actitudes renovadoras, ya no sólo se exige esfuerzo y tesón por parte de todos los moradores del planeta, también se requiere otro espíritu más conciliador y clemente con el análogo.

Un nuevo mundo

A los que somos mayores, a los que vivimos gran parte del pasado siglo, nos sorprendía la presencia de “extranjeros” en nuestra incipiente Costa del Sol. Se trataba especialmente de turistas nórdicos en busca del maravilloso clima de nuestra tierra. Iban y venían. 

Posteriormente, y dado el desarrollo de nuestro país, comenzaron a llegar emigrantes en busca de una mejor situación laboral y económica.

Política de máscaras venecianas

Reunión de falsos alfareros, hace días, llenaron todos los medios. Presidentes de reinados comprados con votos serviles, trajeados con ropa pagada por todo el gremio laboral, plantaron cara para la foto de familia unida antes de la herencia. El pueblo murmuraba porque, la verdad, no podía hacer otra cosa; alguien vendría a callarle. Los disfraces suelen ocultar burdas situaciones, físicas, cívicas o morales.

​VOX se equivoca y el PP mucho más

El error de uno es la exageración en sus términos y formas. El otro hierra por su soberbia de “camisa y pañuelo” de señuelo elitista.

Ceuta es una realidad, mezcla de sentimientos enfrentados: uno, la españolidad histórica debilitada. Otro, el islamismo protegido y teledirigido desde Marruecos.

La bronca

Supongo que a la mayoría de nosotros no nos gustan las discusiones. Y mucho menos cuando las mismas descienden a lo personal. Se tiene muy poco en cuenta el dicho popular que sentencia: “Cuando uno no quiere… dos no discuten”. Estas reflexiones han venido a mi mente durante mi asistencia a una reunión de una comunidad de vecinos.

Sentir la cercanía

La falta de acogida para sentirse integrados en una comunidad, es otro de los grandes males del mundo actual. No pasamos del sueño de la política inclusiva. Hagamos realidad la inclusión de una vez y para siempre. Por desgracia, cada día se concentra el poder en manos de unos pocos que lo único que defienden son sus intereses privados, distorsionando las políticas sociales, cuando nuestro principal deber es el de ayudarnos recíprocamente.

Necedades o virtudes

A estas alturas resultan ridículas las afirmaciones de una justicia igual para todos, de una honestidad proclamada por los propios interesados; en definitiva, de ciertos pronunciamientos caprichosos, con la ligereza como único acompañante. Aunque llegara a estructurarse en instituciones fastuosas o se pretenda legislar en defensa exclusiva de las honestidades propias, queda comprobada por cualquier observador la palabrería huera.

La aceptación de los estatutos... genera convivencia

Cada cual es muy libre de crear una asociación, fundación o partido, como, igualmente, cada ciudadanos es muy libre de vincularse al organigrama que desee. Importante en este razonamiento es saber, conocer y aceptar que cuando estos principios se elevan al concepto de 'Nación', entonces hablamos sencilla y llanamente de 'Constitución', en la que las “normas, mojones, arcenes y linderos” funcionan, mutatis mutandis, como en cualquier organigrama social.

Salvando las tergiversaciones

Llama la atención la ambivalencia cultural en sus diversos órdenes. Las sesudas teorías no garantizan resultados óptimos, las lecturas no determinan la condición personal, el cultivo de las artes induce variadas actuaciones contradictorias y el abanico ideológico es demasiado amplio. Cualquiera de estas actividades puede orientarse de muy diferentes maneras, porque el desarrollo de sus funciones permite ramificaciones insospechadas.

¿A qué nos referimos con protocolo social?

En líneas generales, engloba reglas referentes a la cortesía, a la educación, a los modales, a los tratamientos y, también, a la mesa. Este conjunto de normas recibe el nombre de usos sociales que, a su vez, se engloba dentro del grupo de reglas convencionales cuyo objetivo es lograr la convivencia entre las personas de una comunidad.

Una interacción armónica

Resulta asombroso que la humanidad aún no sepa vivir en paz y tampoco tenga conciencia de la justicia. Por desgracia, continúan los intereses económicos y comerciales, el abecedario de la desconfianza entre nosotros y los estilos tramposos del odio y la venganza, también se han convertido en agentes dominadores.

Elegir, capacidad de la libertad

Parecía que íbamos por un camino más o menos aceptable, pero, como aquellos cocidos de pueblo que se hacían lentamente, al calor de la cocina de paja, la sociedad ha ido generando determinadas ideologías (esas que llaman “interesadas”), que al igual que aquel cocido, sin darnos cuenta, han ido penetrando en la esfera social.

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