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Ayer, sentado en el parque, con Canela, mi perrita, rememorizaba algunas de las circunstancias que he vivido o, mejor dicho, que todos hemos vivido estos pasados algunos cercanos, otros un poco más lejanos. Quiero plasmar en forma resumida, las ideas principales, que de una forma u otra han podido afectar a mi realidad actual.
Una vía hacia la felicidad es la consideración de los retos de la vida, como oportunidades para mostrar de qué estamos hechos a nosotros mismos y a los demás. En toda existencia aparecen obstáculos y problemas, porque la vida, en sí misma, es problemática y no puede ser de otra forma. Una actitud optimista y realista sirve para la interpretación de las circunstancias vitales, desde una perspectiva positiva. Esto mismo puede marcar una gran diferencia, en el nivel de nuestra calidad de vida.
Una ducha fría me sentaría bien, el agua es sinónimo de salud… bajo la ducha me dan ganas de cantar ópera, como si fuese una mujer muy alegre y culta. Me gustan las amapolas, en esa flor tan simple se esconden muchos secretos de cosas que desconocemos… esto no es más que una reflexión simple. Esas amapolas me dicen que Dios existe, que los ateos son poco inteligentes ya que ni observándolas se dan cuenta de ello.
El creciente papel de los tribunales en la vida real y en la sociedad, responde a la complejidad de las situaciones y los conflictos que se producen, en la sociedad líquida en la que vivimos. Este fenómeno se observa en diversas áreas como la salud, la educación, la tecnología, el ámbito laboral y los derechos civiles. Uno de los ejemplos más claros es la judicialización de algunas decisiones médicas, en la etapa final de vida de las personas.
La libertad de expresión se plantea como una cuestión resuelta. Pero en este mundo traidor no hay nada resuelto ni garantizado. Al revés, parece que entramos en un periodo de arbitrarias animadversiones, tendentes al tratamiento distinto de cosas iguales. Parcelar la libertad de expresión es acabar con ella. Es problema similar al de la justicia: parcialmente aplicada (no juzgo a mis amigos y persigo a mis enemigos por los mismos delitos) que fácilmente puede degenerar en arbitrariedad.
En el idiolecto porteño (ciudad de Buenos Aires) es común oír durante estos días “qué va a ser” por “qué va a hacer” o “qué va a hacerle (usted)”. Ser/hacer… Se trata de una expresión originaria de la gente de campo mediante la que se reacciona (sin reaccionar). Es decir, se enfrenta la incertidumbre con más incertidumbre.
De improviso tenemos que cambiar la sombrilla de playa por el paraguas y la toalla por el chubasquero.
Ambiciones, ansias de poder, luchas, envidias, rencores, prepotencias, abusos del desvalido y otras tantas perversiones, constituyen la cara negra y dañina del ser humano. También hay otra faz blanca y benéfica y es la que representa las acciones de los hombres buenos, no hablo en sentido religioso, este trabajo no lo es, sino de aquellos que llevados por su bonhomía, ayudan y socorren a quienes precisan de ellos, aunque no lo conozcan.
Descubro, leyendo la prensa digital, alguna referencia al “modo de vida liberal”, inscrita en la disputa política sobre la inmigración en Europa y, asimismo, relacionada con la valoración de algunos actos violentos y luctuosos que afectan al debate migratorio. En realidad, eso que así se denomina, modo de vida liberal, se encuentra en riesgo de extinción, o tal vez ya está extinguido sin que lo advirtamos.
La antigua frase que nos decían cuando éramos pequeños: “cuando seas padre… comerás huevos”, se convierte en peccata minuta cuando vives la auténtica realidad. Ser padre conlleva una gran responsabilidad. Pertenezco a una generación que aceptaba la normativa paternal sin rechistar; si no había explicación plausible, los padres recurrían al “porque lo digo yo”. Respetábamos, quizás exageradamente, la figura paternal y no discutíamos sus decisiones.
De las suntuosas fiestas de la aristocracia de San Petersburgo y Moscú, al frente ruso donde las tropas luchan contra el ejército de Napoleón, sí, esa es la trama de "Guerra y paz", que nos presenta un cuadro de la sociedad rusa del momento a través de las vivencias de algunos miembros de varias familias rusas aristocráticas.
Ocuparse y preocuparse por los demás, o si quieren, estar como un poeta en guardia al servicio de la causa por la alianza, es una comprometida labor; pero, de igual modo, una heroica hazaña necesaria en un tiempo de graves dificultades ante la aglomeración de desaparecidos durante las hostilidades o periodos de represión en multitud de países, máxime en una época todavía generalizada de impunidad por la práctica continua de cuestiones inhumanas o degradantes.
¿Quién puede sentir mi dolor? solamente mi madre, que me defendía mejor que cualquier abogado para hacerlo con todos sus secretos de amor. En consecuencia, que hubiera sido si mi madre no actuaba, a lo mejor una catástrofe o quizá a saber qué. Reflexionando y actuando sobre mi viaje haciendo un recorrido por mi mente, he logrado encontrar y comprender que, estoy lleno de emociones, gratitud y asombro.
La soledad, para muchos, es una pesada carga. En casos extremos la soledad, en personas adultas, puede ser un riesgo grave para la salud. En cambio, para el escritor o el poeta es un estado esencial. En la soledad, los vocablos cobran vida y las historias encuentran su forma. Podríamos decir, entonces, que la soledad no es una mera necesidad logística, sino más bien es un reflejo de un proceso interno.
La palabra “arte” proviene del latín “ars” (en griego τέχνη, téchne, técnica: herramienta aplicada a las disciplinas del saber hacer). Por extensión, el término se utilizó para referirse a los destacados saberes de la cultura como la plástica, la música, la ópera, la dramaturgia y coreografía, la arquitectura; la danza, la poesía, el canto, el diseño no industrial; la fotografía, el cine, etcétera.
Europa ha mamado la leche de la cultura grecorromana mezclada con el cristianismo, rama desgajada del judaísmo, que, a pesar de sus divisiones, cismas y amputaciones, tiene una misma raíz, Jesucristo, y son rozos del mismo árbol: el cristianismo. Ese alimento nutricio ha hecho que esta hija de Agenor y Telefasa, que se llama Europa, haya sido la luz del mundo occidental y haya expandido conocimientos y saberes por todo el orbe.
En un mundo atravesado por la perversa idea de que “sobra gente” en este planeta junto con la irracional decisión de considerar a los hijos como un estorbo en el camino del “progreso” y del “éxito” personal, quisiéramos detenernos un segundo a reflexionar acerca del amor auténtico hacia los hijos, entendido como una experiencia humana que ya no es, pero sí ha sido objeto de reflexión en diversas disciplinas.
Las diversas civilizaciones que han configurado la historia, siempre han sido dirigidas y estructuradas por cimentaciones formadas por las diversas clases de PODER: el capital, la religión y el militar. El dinero, sin color, coloca sus puntos estratégicos. La religión, reutilizada y refundada según las situaciones concretas. El militar, cinturón protector interesado, de los otros pilares.
"La vida a pesar de sus desilusiones sigue siendo hermosa, así como una rosa que a pesar de sus espinas sigue siendo maravillosamente bella". "Las estrellas fugaces son el hanami del universo; una bella escena de lluvia estelar donde cada estrella caída es una flor marchita".
En la película "Into the Wild" (2007), dirigida por Sean Penn, se narra la historia de Christopher McCandless, un joven que renuncia a todas sus posesiones materiales y se embarca en un viaje hacia la naturaleza salvaje de Alaska, buscando la libertad y la felicidad en su forma más pura. La película, basada en hechos reales, nos invita a reflexionar sobre la búsqueda del sentido de la vida y la felicidad.
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