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Me llamo “YO” y, a estas alturas de la vida, tengo que reconocerte que estoy bastante cansado de todo… Me gustaría levantar la vista y ver algo que haya justificado tanta pelea… Dicen que tú tienes algunas pistas… La verdad es que no creo, sólo ha cambiado el tiempo y sus propuestas… el por qué, sigue igual.
En la misma se celebra la llegada del Espíritu Santo a los miembros de la Iglesia, refugiados y asustados tras la Ascensión de Jesús de Nazaret. Si indagamos en los catecismos de nuestra infancia podemos conocer bastante mejor al Espíritu Santo.
La Biblia es el libro que a la hora de escribirse participaron dos redactores: Los cronistas por parte humana y el Espíritu Santo por la divina. A los primeros debe saberse poner en el lugar secundario que les corresponde. Al Espíritu Santo en el lugar preeminente que le corresponde. “Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1: 20,21).
Siempre he pensado que el ser más cercano a Dios es el agnóstico. Siempre estuve convencido de que la verdad de uno mismo es la duda. Esa duda lleva al agnóstico frente a la “fe” del creyente: ¿quién y por qué? o ¿por qué y quién?
Hemos olvidado a Dios y hemos caído en un “progresismo” ruinoso que está destruyendo la convivencia en estos tiempos de pandemia.
Juan Planellas, arzobispo de Tarragona en su escrito El camino de la vida que a la vez es el título de una obra de Lev Tolstoi es muy estimulante. ¿Quién no desea encontrar el camino de la vida? El arzobispo transcribe del libro del escritor ruso este texto: “Los pensamientos aquí reunidos pertenecen a los autores más diversos, empezando por la escritura brahmi, la confucionista, la budista, incluso los evangelios, las epístolas y a muchos pensadores tanto antiguos como modernos”.
Este año se celebra la 13ª convocatoria del Concurso de Relatos Escritos por Personas Mayores de 60 años. El tema: ”Este es el principio de una gran historia y tú eres el protagonista. El tema incita al narcisismo en las personas mayores. No debe olvidarse que el narcisismo consiste en la complacencia de una persona en sus propias cualidades y logros.
La brisa acaricia mis mejillas moradas por el frío, pero en mi elección he sido yo, me salió del alma, como brota el agua de un manantial, como la risa de un padre cuando ve crecer a su primer hijo (el segundo no le sorprenderá), como la recuperación tras una larga y penosa enfermedad que pudo ser… mortal.
Me pongo a escribir este artículo el 26 de abril fiesta de San Isidoro de Sevilla que vivió tiempos complicados (556-636) época de transición entre la decadencia del mundo romano y el asentamiento en España del pueblo visigodo y sus problemas religiosos: arrianismo y catolicismo.
Nuccio Ordine comienza su escrito Paz para el espíritu citando a Federico García Lorca: “No solo de pan vive el hombre. Si yo tuviera hambre, y estuviera desvalido en la calle, no pediría un pan, pediría medio pan y un libro”.
Los que acostumbramos a asistir a la misa dominical nos encontramos con la presencia de cientos de niños de alrededor de nueve años, que siguen con atención la misma acompañados por sus padres. El celebrante se esmera en hacerles la celebración más sencilla y adecuada a su edad. Lo cual nos viene muy bien a todos los demás. Hay que hacerse como niños para acercarse al Evangelio.
Sigue la disputa acerca de si pueden celebrarse o no las manifestaciones del día de la mujer, aunque cuando se publique este articulo tendremos cumplida noticia de lo ocurrido.
Desde el domingo de Resurrección hasta el domingo de Pentecostés son cincuenta días de gloria que al coincidir con la primavera propiciaban ferias y fiestas en tiempos que no sufríamos de ninguna pandemia y había más cristianos con fe.
Joan Planella arzobispo de Tarragona comienza su escrito El móvil y el desierto con este párrafo: “Oí en cierta ocasión en boca de un profesor de Esade que la búsqueda de información antes de la era digital se parecía a un beduino del desierto, porque costaba mucho encontrarla, y los medios eran escasos, ahora, en cambio, se parece más a una jungla porque de tanta que tenemos se hace difícil saber cuál debe escogerse”.
Cada año al llegar la popular Semana Santa tenemos que refrescar la memoria para pensar de qué manera se tiene que celebrar el recuerdo del sacrificio expiatorio de Jesús para salvar al pueblo de Dios de sus pecados. Jesús estableció la manera de recordar se sacrificio durante la cena que compartió con sus discípulos la noche en que fue detenido, la víspera de su muerte en la cruz. La versión que da del evento el evangelio de Lucas, lo hace así: “Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió, y les dio diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado, haced esto en memoria de mí. De igual manera, después de haber comido, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama” (Lucas 22: 19, 20).
Crecen los agnósticos, está de moda. Hoy, cuando uno piensa, se resquebraja el espejo. Las cosas ya no son lo que parecían. La moda es creerse “autosuficiente”: Yo soy YO y mi pequeño mundo.
El año pasado recibí una invitación un tanto desusada: el compromiso de rezar por un político. Contesté que lo haría y di el nombre del político que elegí. He tratado todos los días de incluir a tal persona en mis oraciones.
El ejército permanente con soldados profesionales en España tiene como autor al cardenal Cisneros. Una iniciativa que el emperador Carlos V afianza con la creación de los Tercios en el año 1532. Desde sus inicios, los Tercios tienen un encargado de su vida espiritual y así se refleja en las Ordenanzas donde se recoge la figura del capellán como un miembro más de la unidad militar.
Pero cuando llega el Domingo de Resurrección no tengo más remedio que ceñirme a la principal y gritar jubilosamente que Cristo ha resucitado. Sí, ya lo sé, esta es una noticia antigua. Uno noticia que se convierte en nueva cada vez que recordamos que resucita en cada uno de nosotros.
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